«Matrix reloaded»

Alicia Fernández LA CRIBA

BARBANZA

MONICA IRAGO

21 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Permítanme la licencia del título pues resume, y muy bien, la propuesta que José Soares de Pina y Manuel García Pardo, que en el fondo son los que mandan en todo esto, nos hacen con el proyecto de una descomunal factoría de celulosa en un espacio gallego de la Red Natura. Una pesadilla recargada que se intenta maquillar con un entramado empresarial que funciona a modo de laberinto: Altri, Smarttia, Greenalia, Greenfiber,…

Es como si hubiese un pastel en una casa humilde y varias familias pudientes se organizaran para zamparlo sin importarles invadir su casa, manchar el mantel y dejar inservible la mesa y el salón. Con la complicidad de quien debiera velar por la justicia y arropados por una legión de profetas, conseguidores y guardaespaldas. El papel del inefable Pepiño Blanco —Acento Public Affairs se llama su empresa, ¡con dos bemoles!— tiene tela y constituye una traición a su tierra y a la ideología que le dio su posición. Pero no es para menos que una exconselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, ocupe un puesto de especial relevancia en Greenalia.

Una tormenta perfecta que amenaza Galicia donde no se ha dejado nada al azar, se han cuidado los detalles y no se ha escatima en gastos para vestir el santo. Porque se espera mucho de él, aunque para sacarlo en procesión ya nos avanzan que harán falta, al menos, 250 millones de euros de fondos públicos, esos que son de todos. Con la declaración de impacto ambiental favorable, van quedando menos posibilidades de reclamar de la Administración gallega y del Estado una defensa decidida de los intereses generales. Mañana en A Pobra es una de ellas.