Los chefs que llevan al plato los tesoros del huerto

sara pardo / m. x. b. RIBEIRA / LA VOZ

OUTES

Elena Fernández

Fernando Rodríguez y Eva Guzmán dejaron la ciudad y montaron su refugio gastronómico en Banzas, una aldea de Outes

28 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace casi dos décadas que se conocieron, en la escuela de hostelería de Santiago de Compostela, y desde entonces, Fernando Rodríguez y Eva Guzmán no se han vuelto a separar. Sus carreras profesionales como chefs han ido a la par durante todo este tiempo y ahora han confluido en un proyecto común, su propio restaurante, O Secadeiro, en Outes.

Al acabar de estudiar se llevaron sus ganas de aprender a Barcelona para empezar su vida laboral allí. Las buenas oportunidades aparecían y ellos sabían aprovecharlas. Eva estuvo casi toda su estancia en la capital catalana trabajando en Hilton, la famosa cadena de hoteles de lujo. Entró como ayudante y poco a poco fue escalando hasta llegar a convertirse en jefa de partida en uno de sus restaurantes de alta gastronomía: «Aprendí mucho allí».

Mientras tanto, Fernando también trabajó para otras empresas de renombre en el sector como los hoteles Vincci o el Rey Juan Carlos I, este último después sería comprado por la compañía Meliá, donde el chef continuó con su labor durante años.

Retorno a Galicia

En el 2013, tras una larga temporada viviendo en Cataluña, decidieron regresar a su tierra natal, Galicia. A Fernando le ofrecieron un puesto como jefe de cocina en el hotel María Pita de Meliá, en A Coruña, y ambos pensaron que era el momento de volver a casa. Les tiraba estar cerca de los suyos, ya que la cocinera es original de Outes y su pareja es natural de Cee.

Por casualidad, o quizás por capricho del destino, ambos trabajaron en este establecimiento y ejerciendo el mismo puesto, pero en distintas épocas; ya que el ceense empezó a cansarse del formato de los hoteles y decidió regresar a los fogones de los restaurantes: «Me picaba el gusanillo de volver». Aquí las jornadas son mucho más intensas pero también es un tipo de cocina más elaborada, que permite a este cocinero expresarse con libertad: «Cuando realmente te gusta lo que haces quieres sacar todo lo que llevas dentro».

Durante esta etapa en la ciudad herculina, Fernando trabajó junto a chefs de renombre como Iván Domínguez, en su restaurante Alborada, con una estrella Michelín. Y con Juan Crujeiras en A Estación de Cambre, que también contaba con esta distinción, y más tarde en su restaurante Bido, reconocido con dos soles Repsol.

Todos estos trabajos les fueron aportando a ambos experiencia en el sector gastronómico. Pero Eva Guzmán y Fernando Rodríguez ya tenían un proyecto de futuro juntos y en los últimos años habían ido dándole forma a la idea. Pero la llegada de la pandemia lo aceleró todo, cambiando los planes de la pareja. La irrupción del covid adelantó su regreso al rural: «No quería que algo así me volviese a pillar en la ciudad».

Su proyecto personal

Decidieron venirse a la comarca, concretamente a la aldea natal de la cocinera, Banzas, en Outes. Allí tenía una casa familiar y un antiguo secadero, que resultó ser el escenario perfecto para su nuevo restaurante: «Es algo muy especial hacerlo en casa, me trae muchos recuerdos de la infancia». Después de largos trámites y reformas, el año pasado por fin abría sus puertas O Secadeiro.

Un rincón gastronómico que refleja el amor de la pareja por lo natural y lo auténtico. La estrella de su cocina son los vegetales, una apuesta arriesgada. Pero los chefs querían aprovechar todos los materiales que les ofrecía su nuevo entorno, desde la gran huerta que recibe a todo aquel que visita el restaurante, hasta los castaños o las setas que se encuentran en los alrededores.

A pesar de haber trabajado en cocinas muy reconocidas y aclamadas, estos chefs dejan claro que en O Secadeiro no se hace nada pensando en soles o estrellas, aunque si vienen serán bienvenidos. Sin buscarlo, y en solo un año desde que abrieron, han sido nominados a cocinero del año en el Fórum Gastronómico y han conseguido una recomendación en la guía Repsol.

Para ellos, el mejor premio es poder disfrutar de su cocina y que los clientes lo hagan de igual manera. Aprecian el reconocimiento a su trabajo y quieren seguir poniendo en valor el rural: «Lo que queremos es poner a Outes en el mapa, y a Banzas».