El incendio más devastador del último año y medio en Galicia arrasó ya 850 hectáreas

M. Gómez / A. L. / A. G. / U. L. RIBEIRA / LA VOZ

RIANXO

El fuego, que se originó en Dodro y se propagó a Rianxo, seguía activo tras 24 horas de trabajo

27 mar 2019 . Actualizado a las 08:22 h.

«Ata que chegue ao mar non para». Eso repetían, como una letanía, los vecinos de la parroquia de Leiro, en el municipio coruñés de Rianxo, mientras miraban impotentes como el fuego lo devoraba todo a su paso y ponía en peligro sus casas. Las suyas, y las de los habitantes de otros núcleos, como Burés, en Asados, donde las llamas se reavivaron cuando parecían controladas, provocando escenas de tensión en una lucha desesperada con cubos y mangueras. «Arde por todas partes», respondían los equipos de emergencias cuando se les preguntaba dónde se encontraba el foco principal de un incendio que por momentos parecía inabarcable y que ya es el más devastador de los registrados en Galicia en el último año y medio. Más de 850 hectáreas de monte habían sido devoradas al final de la tarde sin que la multitud de medios desplegados en la zona sirviese para contener su avance.

Desde primera hora de la mañana, una densa humareda que no dejaba ver el sol cubría el cielo de Rianxo, se extendía por el resto de la comarca de Barbanza y se divisaba desde la orilla sur de la ría de Arousa. Su origen estaba en un incendio declarado hacia las ocho de la tarde del lunes en la zona de Bexo, en el municipio limítrofe de Dodro, que no tardó en extenderse al término rianxeiro gracias al viento que soplaba del nordeste y que durante todo el día de ayer volvió locos a los equipos de extinción. Su intensidad y su dirección cambiante favorecían la aparición de nuevos focos constantemente, y que otros se reavivasen. Ocurrió en Burés, donde después de arder durante la noche, la situación parecía controlada hasta que, poco antes de las 11.30, las llamas se reactivaron y cercaron varias viviendas.

Poco antes, sobre las once de la mañana, Medio Rural decretaba el nivel 2 y comenzaban a sobrevolar la zona los primeros medios aéreos. Al final del día, Medio Rural contabilizaba siete helicópteros y cuatro aviones desplazados a Rianxo, junto a 28 agentes, 27 brigadas forestales, 18 motobombas, cinco palas que se dedicaron a abrir cortafuegos y dos técnicos, así como la Unidad Militar de Emergencias (UME), que movilizó a 199 agentes, 12 autobombas y dos nodrizas.

Desde los incendios que arrasaron el sur de Galicia hace año y medio no se había orquestado otro despliegue de medios similar, pero se veían impotentes para atajar el avance del fuego y era imposible cubrir todo el territorio afectado. Cuando conseguían controlar un foco, a unos metros prendía uno nuevo y enseguida las llamas trepaban por los árboles avivadas por el viento.

La prioridad era proteger las viviendas y estuvieron a punto de evacuarse núcleos como Or o Meiquiz, en la parroquia de Leiro. En Cabanas, se temió que las llamas alcanzasen una granja de pollos en la que había un depósito de gas, y también amenazaron los lugares de O Barral y Foxacos. Hasta cuatro motobombas trabajaron conjuntamente para evitar que el fuego alcanzase una casa en Rianxiño. Unas horas antes ya se había evacuado el instituto como medida de precaución, igual que se hizo con los niños de la escuela de Rañó. Un foco prendió en las proximidades de la unitaria de Abuín, pero ya habían finalizado las clases.

Carreteras cortadas

El fuego también cercó la autovía de Barbanza y en algunos momentos tuvo que cortarse al tráfico ante la falta de visibilidad debido al humo. Tres cuartos de lo mismo ocurrió en la carretera provincial que une Leiro con Rianxo a primera hora de la tarde y la AC-305 entre Burés y Bexo también se cerró. En esa zona se sitúa el origen del incendio, que la Comunidad de Montes Cruz do Avelán atribuyó a una chispa que saltó de una torre de alta tensión y cayó sobre hojas secas. Sin embargo, los vecinos no daban mucha credibilidad a esta explicación, impotentes ante la voracidad de las llamas: «Sempre a mesma historia, prende de noite e cando sopra o vento do nordés».

A última hora, la cabecera del incendio se encontraba en la zona de Isorna después de arrasar más de 850 hectáreas, según los últimos datos facilitados por la Xunta. Junto a los medios desplazados por Medio Rural, colaboraron en las tareas de extinción los bomberos de Boiro y Ribeira, Protección Civil, Policía Local, Policía Autonómica y Guardia Civil, con agentes del Seprona y del subsector de Tráfico.

El de Dodro y Rianxo no fue el único incendio de ayer. En Ribeira hubo dos, de menor importancia. Los declarados en Lousame y Noia calcinaron 77 hectáreas de monte. En Baio (Zas), otro fuego causó gran alarma debido a la proximidad a las casas y negocios, informa Toni Longueira, y en Oímbra las llamas afectaron al monte Ladairo.

Se decidió evacuar el instituto y la escuela unitaria de Rañó por precaución.