Xavier Villaverde rueda «Finisterre» en A Laracha

La Voz

A LARACHA

Pazos acogió algunas escenas de la película
Pazos acogió algunas escenas de la película . J. M. CASAL< / span>

La discoteca Pazos acogió al equipo de la película en marzo de 1998

10 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Sicixia, de Ignacio Vilar, ha sido, hasta la fecha, la última película en sumarse a la lista de filmes que han convertido la Costa da Morte en un gran plató de cine. En esa relación ocupa un lugar especial la cinta rodada por Xavier Villaverde hace ahora 18 años. Su título, Finisterre (donde termina el mundo), constituye toda una evocación de la comarca, aunque parte de la historia transcurra entre Lisboa (recreada no muy lejos de aquí, en las calles del casco históricos de Betanzos) y Madrid.

El 10 de marzo de 1998 el equipo de Finisterre hacía su desembarco en A Laracha para rodar unas imágenes que la magia del cine también habría de situar lejos de la comarca, concretamente en Madrid. La discoteca Pazos fue el lugar escogido por los responsables de las localizaciones para dar vida a una moderna sala madrileña. Allí, rodeados de extras, los dos hermanos protagonistas de la película, Berto (Nancho Novo) y Mario (Enrique Alcides), comienzan a reencontrarse una vez que el segundo sale de la cárcel tras cumplir condena por negarse a realizar el servicio militar obligatorio. La intención de Mario de localizar a su padre (Chete Lera), que los abandonó cuando eran niños en la Costa da Morte y Berto, que se mueve en ambientes turbios, se ve en la obligación moral de cumplir la promesa de ayudarlo en esa búsqueda. Largas jornadas de rodaje desde primera hora de la mañana -aunque los extras congregados en Pazos tuvieran que comportarse cómo si estuviesen disfrutando de una noche de fiesta a altas horas de la madrugada- mantuvieron ocupado al equipo de la película durante varios días en A Laracha.

Thriller emocional

«É unha historia de emocións. A Costa da Morte, Madrid e Lisboa supoñen un itinerario emocional e a min gústame definir a película como un thriller emocional», contaba entonces a La Voz de Galicia Xavier Villaverde durante un breve parón para comer (un bocadillo).

Manuel Manquiña y Geraldine Chaplin completaban el elenco principal de aquella película que contribuyó a dar a conocer la comarca más allá de sus límites.