Cinco empresas se han interesado ya en hacerse con la gestión de las instalaciones
30 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El pleno de Cee acordó ayer por unanimidad rescindir el contrato de la piscina a la empresa Aquacenit por los flagrantes incumplimientos del pliego de condiciones cometidos, con lo que se ha puesto en marcha el proceso para tener un nuevo adjudicatario. Algo que no llegará, como pronto hasta dentro de dos meses, según señaló el alcalde a pregunta del edil del BNG, y «oxalá sexan dous meses», como recalcó la concejala del PP, Mabel Fernández, ya que la sensación generalizada es que ese plazo se va a quedar corto.
Entre tanto, se buscará una empresa gestora provisional para lo que, tal como desveló el regidor, Ramón Vigo, hay ya cinco empresas que fueron a informarse, lo que a su juicio es una buena noticia, después de Aquacenit trasladase la idea de que nadie se iba a querer hacer cargo de ella, incidió Vigo.
Queda por saber entonces cuanto tiempo estará cerrada la piscina, porque mientras dure el trámite de audiencia a la actual adjudicataria no se le puede dar a otra empresa. A este respecto el alcalde se limitó a señalar que tratarán de que sea el plazo «mas curto posible» pero no dio fechas. Se trata de una cuestión central a juicio de todos los grupos porque, como dijo el edil de Ciudadanos, Plácido García, «hai xente que a necesita como un menciña», ya que no acude por deporte sino por rehabilitaciones y asuntos similares.
La otra gran duda es qué va a ocurrir con los trabajadores, algo en lo que la socialista Margarita Lamela y Vigo se liaron en un extendido debate, aunque, finalmente, aclararon, como indicó el alcalde, que en el momento en el que haya un adjudicatario provisional se podrán subrogar los trabajadores. Todos desean que continúen y el regidor lo que sí dejó claro es que no será como empleados del Concello directamente.
Lamela también advirtió del riesgo que se corre al nombrar como instructor de este expediente al técnico de Deportes, Manuel Calo, porque ya participó en otros momentos del procedimiento, incluso controlando a diario los partes sanitarios, y podría ser recusado por ello. Además, la concejala, que recalcó varias veces que los tiempos del alcalde siguen siendo más lentos que los plazos administrativos, desveló que entre el 19 de noviembre, cuando Aquacenit presentó sus requerimientos y el 25 de febrero, cuando fue atendida, pasaron más de tres meses. Algo que, en caso de que la empresa hubiese presentado un contencioso, que no lo hizo, le podría acarrear serios problemas al Concello.
Hasta ahí las novedades, porque el resto del debate, con más de media hora antes de votar siquiera si el asunto era urgente o no, volvió a escenarios ya conocidos. Vigo y brevemente la portavoz del PP, Zaira Rodríguez, defendieron que las condiciones actuales no son las de antes y que esta rescisión de contrato no se podría haber hecho hace meses. Por contra Serxio Domínguez y Margarita Lamela incidieron en que los incumplimientos eran claros y graves ya mucho antes. Incluso recalcaron, sobre todo Lamela, que en parte esto se debe a que desde el 2006 nadie se ocupó de esta concesión. «Esto pasa porque non lle prestamos atención ao que temos», remachó Domínguez.