Daniela Granito, jugadora de flag football: «Este deporte engancha y si alguien lo prueba, seguro que se quiere quedar»

Francisco Brea
Fran Brea REDACCIÓN / LA VOZ

CEE

Daniela, durante un partido de flag football.
Daniela, durante un partido de flag football. CEDIDA

La madrileña, con raíces gallegas, acaba de proclamarse campeona de Europa sub-17 con España y sueña con estar en los Juegos de Los Ángeles

21 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Para muchos, el flag football será un deporte desconocido. Seguramente ni hayan oído hablar de él, pero será olímpico en los Juegos de Los Ángeles, en el 2028. En este mes de septiembre, la selección española femenina sub-17 se proclamó campeona de Europa de la modalidad y en ese equipo estaba Daniela Granito (Madrid, 2008). Aunque es natural de la capital del país tiene raíces gallegas, ya que su madre es de Cee y, como la propia Daniela dice, tiene el «corazón divido. Galicia es mi segundo hogar». Viene habitualmente y aprovecha para hacer lo que más le gusta, deporte. «Voy desde que nací y de pequeña hice vela y luego piragüismo y surf, que es lo que más practico ahora cuando estoy allí». Pero también aprovecha para ir a la playa y a las fiestas: «Mi hermana y yo tenemos un grupillo y en lo que se refiere a las fiestas hay mucha diferencia. Cuando empecé a ir a las de los pueblos vi que me gustaban mucho más que las de Madrid».

Daniela jugó nueve años al fútbol, pero un día en su instituto hicieron una demostración de flag football y se apuntó. «Es como el fútbol americano pero sin contacto. Llevas unos cintos con citas y en vez de placar se quitan esas cintas», explica. Lo suyo con este deporte fue un flechazo: «Me enganchó. Es complicado, pero para mí eso es una motivación porque siempre se aprende más y más. Hay muy buen ambiente entre todos los equipos. Como no hay tantas chicas que lo practiquen, hasta llegar a categoría absoluta los equipos son mixtos y se nota».

Al europeo que se disputó en Belgrado llegaron con «cero expectativas», asegura la joven. Aunque ya hace tiempo que se celebra esta competición, España llevaba años sin acudir con equipos de categorías inferiores. En esta ocasión se presentó con selecciones sub-17 femenina y masculina y con la sub-15 mixta. «Nosotras íbamos un poco a ciegas. El primer partido fue raro. No empezamos bien pero en la segunda parte mejoramos. A partir de ahí, cogimos confianza y hasta ganar la final», comenta.

Mucho esfuerzo

Como jugadora, en lo primero que pensó cuando supo que era campeona de Europa fue «en todo el esfuerzo realizado para llegar hasta ese momento», y también en «callarle la boca a mucha gente, porque el combinado femenino era el que menos expectativas traía. Fue una gran alegría». Eso sí, también le dejó un «sabor agridulce, ya que no sabes si el equipo se va a volver a juntar. La absoluta ya es otro mundo y cada una seguirá su camino, algunas llegarán y otras no». Además, considera que gran parte del éxito que consiguieron en Belgrado fue que «de inicio ya fuimos una piña».

La joven está en un centro de alto rendimiento y eso implica mucho trabajo. «Lo llevas como puedes», bromea. Lo primero del día es ir a clase, luego, de 11.00 a 15.00, tiene tiempo para entrenar o estudiar. «Yo estudio», asegura, porque tiene claro que «los estudios son lo primero, aunque a veces el deporte quita tiempo y sabes que pasa una vez en la vida y o te subes al tren, o se va». A las tres de la tarde tiene que volver a clase hasta las cinco y media para, al salir, ya entrenar hasta las diez de la noche. «Es cansado, pero vale la pena», afirma.

Además, es consciente de que tiene que trabajar y dedicarle muchas horas si quiere cumplir su objetivo, que no es otro que estar en los Juegos de Los Ángeles. Tiene tiempo para prepararse y juega a su favor: «En la selección absoluta actual, por edades, puede que algunas no lleguen y la cantera viene pisando fuerte».

A pesar de que el flag football es un deporte minoritario, cada vez va cogiendo más fama. «En Madrid es donde más nivel hay ahora mismo. También en la selección había gente de Extremadura, Asturias o Andalucía. Desde que yo empecé noté un cambio en el sentido de que cada vez se da más a conocer y va a más». Ella espera que se siga extendiendo y anima a que se practique: «Este deporte engancha y si alguien lo prueba, seguro que se quiere quedar. Va a ver lo divertido que es. Yo no conozco a nadie que lo haya practicado y dijese que no le gustó».