Rey, sobre el derribo del hotel Atlántico y el centro de ocio: «No vamos a ir mañana con la pala»
A CORUÑA
La alcaldesa dice que tirar el hotel Atlántico y el centro de ocio es una idea a largo plazo, el PP le exige valorar el coste del rescate, el BNG apoya el derribo y la Marea no ve sentido al debate. Isabel Aguirre Urcola: «Me parece muy buena idea demoler lo que se plantean demoler»
30 ene 2021 . Actualizado a las 10:16 h.«No vamos a ir mañana con la pala», subrayó ayer la alcaldesa, Inés Rey, en su visita semanal al programa Cita en María Pita, de Radio Voz, acerca de la propuesta de derribar el centro comercial los Cantones Village y el edificio del hotel Atlántico, planteada en el estudio que el Ayuntamiento encargó a la UDC para reordenar la fachada marítima de la ciudad integrando los muelles de Batería y Calvo Sotelo.
La regidora, como indica el documento de la UDC, situó las posibles demoliciones en el «largo plazo», y se mostró satisfecha de que se haya abierto un debate sobre esa posibilidad y, de forma general, sobre el futuro de los muelles urbanos y su entorno. «A unos les parecerá una barbaridad y a otros una forma de llevar la ciudad hasta el mar», pero «es positivo que haya debate, tenemos que pensar la ciudad del siglo XXI», añadió la alcaldesa.
Rey insistió en que antes de tomar una decisión, que deberá contar con el aval de los ciudadanos, habrá que dar muchos pasos, entre otros la apertura de los muelles o formar un consorcio con las Administraciones relacionadas con la gestión del puerto. «A saber quién estará en María Pita en ese momento», dijo en referencia a la longitud del proceso.
La propuesta de la UDC de derribar ambos edificios no causó rechazo frontal en ninguno de los partidos del pleno. El PP celebró que «recoja el proyecto Popular de abrir el puerto a la ciudad por orden: primero se hizo con el Parrote (donde el gobierno socialista mantuvo durante años un agujero negro) y la Marina para continuar con las siguientes fases hasta completar la peatonalización de la avenida del Puerto y llevar el túnel de la Marina hasta la zona de la lonja, como ya se proyectó en el 2011». En cuanto a los derribos, el PP, que en el 2015 planteó recuperar la titularidad municipal del Atlántico, instó a Rey «a valorar el coste del rescate de la concesión municipal del hotel, que acaba en el 2038, y a garantizar los puestos de trabajo de los empleados». El PP recordó que la anterior concesión «finalizó en 2018 y el gobierno de Marea Atlántica prefirió licitarla de nuevo en lugar de recuperar el edificio para uso municipal sin pagar ningún rescate».
La Marea, de hecho, llevaba en su programa electoral convertir el hotel en una residencia universitaria. Ayer, acerca de la posibilidad de las demoliciones, afirmaron que «non ten moito sentido debater agora sobre un derrubo que non se poderá executar ata dentro de varias décadas. Hai temas ben máis urxentes e inmediatos, como a condonación da débeda ou o que vai pasar coa actividade pesqueira cando comecen as desafectacións, ou que tipo de usos se lle dá aos peiraos de San Diego e Petroleiro, os que suman máis metros cadrados pero que non adoitan saír nas propostas do goberno municipal porque están lonxe dos Cantóns».
El portavoz del BNG, Francisco Jorquera, señaló que, aunque sea a largo plazo, su partido respalda el derribo de los Cantones Village, que son una «barreira» entre el centro de la ciudad y el mar y que ya en su día fueron muy criticados por el Bloque y distintos colectivos. Jorquera también lamentó que en el anterior mandato no se aprovechase para recuperar la concesión del hotel, por lo que cualquier modificación ahora tendrá que plantearse a décadas vista. El concejal nacionalista mostró su «satisfacción» con la mayor parte del plan de la UDC, ya que muchas de sus propuestas coinciden con las que defiende el Bloque desde hace años, subrayó, pero se mostró prudente ante la posibilidad de estas iniciativas «sexan un caramelo para agochar a especulación en outras zonas», como podría ser San Diego.
Podemos y el Puerto
Podemos mostró su apoyo al plan de la UDC y afirmó que recuperar y dedicar ese suelo -el del hotel y especialmente el del centro de ocio, que calificó de «pelotazo»- a «espazos e equipamentos públicos é unha boa nova».
La Autoridad Portuaria no hizo valoraciones sobre la propuesta del plan municipal de demoler el Atlántico y el centro de ocio.
El debate ciudadano, en radio voz
«Me encantaría verlos desaparecer»
Las opiniones recogidas en el programa de Radio Voz Voces de A Coruña sobre la posible demolición del hotel Atlántico y Los Cantones Village variaron desde el aplauso más fervoroso hasta el lamento. Entre los primeros destacan los que aprovecharon para arremeter contra ambas edificaciones: «Tanto el hotel como el Alas de Gaviota me parecen dos aberraciones urbanísticas. Recuerdo el antiguo hotel, un edificio precioso que encajaba perfectamente en el entorno. Me encantaría ver desaparecer el actual». También se esgrimió el escaso contenido de la zona comercial del edificio de Bofill como motivo para justificar su desaparición: «Se construyó mal, tapando el mar a la ciudad, y para colmo no se le está sacando apenas partido a todo este espacio. Mucho mejor que lleguen los jardines hasta aquí». Incluso alguno relacionó esta posibilidad con el proyecto original de Norman Foster: «La idea inicial era destinarlo a terminal de cruceros y centro comercial. Y lo de derribar el Atlántico creo que ya estaba en dicho proyecto».
Hubo también quien optó por la opción de dividir, y solicitó que se derribase Los Cantones Villgae, «ese edificio mal parido que no se consiguió que estuviese de cara al mar», pero que siga el hotel. Y también, por supuesto, quien se mostró desconfiado: «Me parece estupendo que quiten esos edificios de ahí, pero cuidado con lo que se vaya a poner ahí, que sea de verdad una extensión de los jardines».
Aunque la mayoría de los intervinientes apoyaron la demolición, hubo un nutrido grupo que la criticó ferozmente. Muchos oyentes insistieron en que sería un gasto «injustificado». Otros espectadores lamentaban a través del wasap del programa, «qué pena, gastamos para hacer estos delirios de grandeza de algún alcalde venerado y ahora los demolemos», o «tirar una obra que costó tanto dinero y esfuerzo construir... Abrirle unas ventanas al mar no sería tan caro como una demolición».
Hubo quien incluso se atrevió a proponer nuevos usos para evitar el derribo del edificio de Los Cantones Village: «Qué tal montar una sala de fiestas para gente mayor, una sala de exposiciones para pintores locales... Es un sitio céntrico, es una pena tirar ahora eso»; o «no todo el mundo puede pagarse un local para él solo, ¿por qué no montan un espacio de coworking?». Y en algo coincidieron muchos de los que se mostraron contrarios al derribo: «¿En serio vamos a derribar los únicos cines a los que se puede ir andando en el centro?».