El peligroso cruce en A Coruña donde murió una pareja en Nochebuena sigue igual
A CORUÑA
El Concello afirma que tras el accidente mortal recuperó un estudio para construir dos rotondas en la avenida de Fisterra a la altura de A Grela, pero aún no hay proyecto
20 mar 2021 . Actualizado a las 11:17 h.Alberto López Castro publicaba ayer en las páginas de La Voz de Galicia un sereno y emotivo artículo en recuerdo de sus padres. Toño y Pilar, de 69 y 67 años, perdieron la vida la última Nochebuena en un brutal accidente de tráfico. Ocurrió en uno de los puntos más peligrosos para la circulación en la ciudad: el cruce de la avenida de Fisterra con la calle Gutenberg. «No me mueve la ira, sino el dolor que me consume cada día», escribe Alberto. Y apunta: «Lo que se necesita para mejorar la seguridad en esa gran recta (...) en realidad, ¡es una obra muy pequeña en comparación con el horrible daño causado!».
Existen dos cruces que permiten enlazar la avenida de Fisterra con el polígono de A Grela y al mismo tiempo posibilitan el cambio de sentido hacia la ciudad o hacia Meicende. El más peligroso, el que se está frente a la gasolinera de Repsol, es en el que murieron Toño López y Pilar Castro, arrollados por un coche que circulaba en dirección A Coruña cuando ellos cambiaban de sentido. En ese punto de la recta, en la que la velocidad limitada a 50 se supera con facilidad, se pueden realizar cinco cambios de sentido. La confusión de los conductores y el peligro están servidos.
Por eso, al cumplirse tres meses del accidente y coincidiendo con el día del Padre, Alberto López pedía soluciones «para que esta tragedia no le ocurra a nadie más». Coinciden con él usuarios, expertos en seguridad vial y técnicos del Ayuntamiento. Y aunque existen varias alternativas, todos coinciden en la necesidad de crear sendas rotondas en los cruces. De hecho, el Ayuntamiento señaló ayer que ya existe un estudio, «que se reactivó tras el trágico accidente del día de Nochebuena», dijeron. Lo que todavía no hay es una decisión en firme sobre qué hacer.
Manuel Maceiras, exprofesor de seguridad vial, apuesta por cambiar la configuración de la avenida, «porque es muy peligrosa en esos dos puntos». Explica que en las intersecciones con las calles Gutenberg y Gambrinus existen dos carriles para acceder al polígono de A Grela y volver a la ciudad. «Si se colocan a la par dos vehículos, el conductor que se sitúa a la izquierda pierde la visibilidad de los dos carriles de la avenida, y la incorporación puede resultar fatal». Y lo mismo ocurre con los giros hacia Meicende, «porque incluso está permitido hacer el cambio de sentido desde la propia avenida de Fisterra, y circulando por el carril rápido».
El director de Perfeccionamiento y Técnicas de Conducción (PTC Escuela), Antonio Solórzano, recuerda otros accidentes en esos puntos «también con fallecidos». Manifiesta que es una incongruencia que para realizar el cambio de sentido hacia A Coruña, a la izquierda, «haya que situarse a la derecha y para girar hacia Meicende, a la derecha, nos debemos colocar a la izquierda».
Solórzano también apunta que algunos conductores no respetan la señales horizontales, «y se colocan en el carril que permite ir hacia A Grela cuando quieren cambiar el sentido, por lo que invaden totalmente la calzada. Y otros se sitúan en el vial del giro y siguen de frente hacia A Grela», subrayó este experto.
Juan, un agente de la Guardia Civil de Tráfico, usuario habitual de esta vía, coincide con Maceiras, pero también señala que se vulnera «la restricción de velocidad, que no puede exceder de 50 kilómetros por hora». «Son muy pocos los que cumplen la norma», asegura. «Es una recta que se presta a pisar de más el acelerador», dice, y anota que en todo el tramo solo hay una señal de límite a 50 kilómetros por hora.
El presidente de Teletaxi, Manuel Quindimil, pone el foco en dos pasos de cebra en plena recta «que están regulados por un semáforo de pulsar, y es muy arriesgado cruzar los cuatro carriles por la velocidad a la que transita algún conductor». Quindimil subraya que «si hay voluntad de las autoridades, hay espacio suficiente para las rotondas».
Las glorietas tienen como objetivo la seguridad vial y hacer más fluido el tráfico
Las glorietas no están diseñadas solamente para ordenar la circulación de los vehículos en zonas donde confluyen más de dos calles. Su objetivo principal «es aumentar la seguridad vial y, además, hacer más fluido el tráfico», explica el agente de la Guardia Civil de Tráfico.
Antonio Solórzano, director de PTC Escuela, razona estas dos finalidades. Los conductores cuando se acercan a una rotonda «su instinto, o ya el automatismo, hace que frenemos, que vayamos reduciendo la velocidad desde varios metros antes, por lo que la seguridad en la carretera aumenta». De la misma opinión es Manuel Quindimil, presidente de Teletaxi, y el exprofesor Manuel Maceiras. Pero también subrayan que las rotondas prácticamente no te obligan a parar, «algo que sí ocurre con los semáforos», por lo que la fluidez en el tráfico es mucho mayor.
¿Y mientras tanto?
Los técnicos de la unidad de Mobilidade del Ayuntamiento coruñés trabajan en el estudio para eliminar intersecciones de la avenida de Fisterra con A Grela, «y sustituirlas por glorietas», indicaron desde María Pita.
Pero los usuarios se preguntan cómo minimizar los riesgos en estos dos puntos mientras no se ejecute el proyecto. Los expertos dan varias soluciones. Consideran que la mejor opción es instalar resaltos, o bandas de frenado, para inducir a los conductores a reducir la velocidad de su vehículo. También manejan la alternativa de los semáforos, pero ralentizarían mucho el tráfico. Y por supuesto el radar, que reduciría el exceso de velocidad, pero nunca lo impediría en su totalidad, subrayan.