Los rincones menos masificados de A Coruña ganan tirón: «Mucha gente de Pontevedra no conocía Barbanza ni la Costa da Morte»
A CORUÑA
La ocupación para septiembre en muchos establecimientos de la provincia es incluso mejor a la de antes del covid
06 sep 2021 . Actualizado a las 22:32 h.El verano ha sido bueno, especialmente la segunda mitad, pero la estación de las vacaciones no se termina con agosto. Los hosteleros de la provincia confiesan que este septiembre le siguen temiendo al covid, pero también al cielo. Si el tiempo acompaña, destinos antes difíciles de llenar como la Costa da Morte esperan seguir la senda estival, marcada por cifras insólitas en estos parajes. Pero en gustos de viajeros, cada rincón es un mundo.
En Santiago, meca de los peregrinos, el Xacobeo «prácticamente no existió, lo esperamos para el 2022», asiente Carlos Regueiro, responsable del Hotel San Lorenzo y directivo de Hostelería Compostela, un colectivo con 600 asociados. «Agosto fue espectacular, con una ocupación del 91 %, incluso mejor que la del 2019», apunta Regueiro. De cara septiembre, «la previsión es llegar al 70 %», unas cifras que serían similares a las de julio, pero que no llegarían a las del 2019. El fin de las restricciones de países como Alemania con España empiezan a animar las reservas internacionales en una temporada en la que han sobrevivido gracias al «turismo nacional, que se portó estupendamente», dice.
En el territorio que abarca Ortegal y la costa Ártabra, la perspectiva cambia. A pesar de la meteorología, «este foi o mellor xullo que recordan moitos establecementos. Outros destacan que foi a mellor temporada desde que están abertos, moito mellor que en anos precovid, e a previsión para setembro é moi boa. Hai quen ten a ocupación ao 100 %. Outros só teñen reservas para a primeira quincena pero, tal e como foi a dinámica do ano, con reservas no mesmo día, agardan que vaia aumentando», subraya María Traveso, de Turismo Slow Norte de Galicia, del que forman parte alojamientos que se alejan del estereotipo del sol y playa.
En cambio del perfil de los viajeros es común. «Viu xente do este e do sur de España escapando das altas temperaturas», añade Traveso. Sin turistas internacionales, los visitantes nacionales y los propios gallegos fueron la clave. «Enchemos con eles por sorte. Para setembro temos unha ocupación en torno ao 90 %, en realidade, é así case todo o ano», adelanta Bea, de las Cabañitas del Bosque de Outes, un negocio pionero que empezó hace cinco años y que ahora tiene 41 cabañas en este municipio de la comarca de Noia.
En ciudades como A Coruña, agosto, con una ocupación entre el 85 y el 90 %, fue la tabla de salvación de un julio más flojo y son cautos con las expectativas de septiembre. Pero, en una provincia con mucha costa, el turismo interior suma. «A afluencia de hóspedes tanto de fóra de Galicia como da comunidade está a facer que os niveis de ocupación nos aloxamentos rurais sexan mellores incluso que os de antes da pandemia, superando o promedio do 85%. Este mes, setembro, estase a converter no favorito de moitas persoas, desde xubilados a profesionais que o prefiren polas menores aglomeracións. Hai un incremento de consultas e reservas mesmo para outubro», detalla Francisco Almuiña, de la Federación Galega de Turismo Rural (Fegatur).
Respecto al empleo, donde Galicia fue la comunidad en la que menos se redujo en agosto, desde Fegatur aclaran: «Boa parte dos nosos establecementos están rexentados por autónomos». Por su parte, Carlos Regueira indica que «en verano rescatamos a los trabajadores en ERTE, los nuevos contratos fueron casos puntuales y en septiembre esperamos mantener el empleo». Algo que será más difícil, admiten, de cara al otoño en los establecimientos de mayores dimensiones.
De Ferrolterra a Terras de Santiago, dos de los destinos que más dispararon su cifra de visitantes
A falta de los resultados definitivos de agosto, que se puede adelantar ya que fueron visiblemente mejores, julio arroja una radiografía que confirma la recuperación del sector turístico. Al menos, del estival. Solo en ese mes la provincia de A Coruña recibió 200.000 viajeros, un 91 % más que en el mismo mes del 2020, cuando arreciaba la segunda ola del covid y las vacunas eran todavía una promesa.
Por geodestinos, como clasifica Turismo las áreas con más tirón, el balance es el siguiente. La Costa da Morte dio acogida a 21.835 visitantes esos 31 días, un 43 % más que en el mismo período del 2020; la zona de A Coruña y As Mariñas recibió 46.068 turistas, un 43 % más que en julio del 2020; Ferrolterra anota uno de los mayores crecimientos, un 81 % más, con 21.698 visitantes; las Rías Altas registraron una subida del 53 % con 68.329 viajeros; la ría de Arousa, que incluye en A Coruña al Barbanza, tuvo 78.566 turistas en total, un 42 % más, y, por último, Terras de Santiago y Deza despuntó un 163 % con 101.726 viajeros, una parte importante de ellos peregrinos.
En las ciudades, el balance fue de un 156 % más en Santiago con 76.542 personas; de un 64,7 % más en A Coruña con 38.216 y de un 34,5 % en Ferrol con 10.000. El seguro coronavirus y campañas promocionales como Camiña Galicia, para reforzar la imagen de destino seguro están, según la Administración, entre las razones de estos datos, imposibles, sin la garantía de la vacunación.
Jesús Picallo, director del hotel faro de Lariño: «Mucha gente de Pontevedra no conocía Barbanza ni la Costa da Morte»
El faro de Lariño, en Carnota, es desde julio hotel. Su promotor es Jesús Picallo, vicepresidente del Clúster de Turismo y gerente de otro alojamiento con mucha luz, O Semáforo de Fisterra.
-¿Cómo va el nuevo hotel?
-Las perspectivas son buenas para septiembre. El éxito de esta zona es el del Camino de Santiago y el del Camino de los Faros. Este último especialmente, y la pandemia, aumentaron el interés por esta zona menos masificada, con playas salvajes y atractivos como O Ézaro y el monte Pindo. Es cierto que a partir de Carnota había una carencia de plazas y diversidad hotelera. En cinco años, desde que estamos con la concesión del hotel O Semáforo de Fisterra, vimos crecer los establecimientos con la Q de calidad.
-¿Compensa el turismo nacional la falta de visitantes extranjeros?
-Sí, y el interior. Mucha gente de Pontevedra no conocía Barbanza ni la Costa da Morte. Se quedan sorprendidos del paisaje, de la calidad de la gastronomía, de la atención y de los buenos precios. Ya sabemos que en julio y agosto se trabaja bien, pero necesitamos más, desestacionalizar. Uno de nuestros bonos con más salida es el de vivir la experiencia de un temporal dentro de un faro para este invierno.
Julio Castro, director del Parador de Muxía: «No sé si volveremos a tener un 32 % de ocupación solo con turismo de Galicia»
La pandemia retrasó su inauguración en el 2020. Desde aquel 25 de junio el Parador de Muxía es, con sus 63 habitaciones, un motor de atracción turística en la localidad y su área de influencia.
-¿Cómo fue el verano?
-Todavía mejor que el del 2020, cuando éramos la novedad pero llegó la segunda ola. Desde mayo tenemos lleno total. Este mes de septiembre rozamos el 99 % de ocupación. Para octubre estamos al 83 %, con todo reservado para los fines de semana. Si no hay nada que nos afecte, como sucedió el otoño pasado con la tercera ola, podemos acabar superando el 90 %.
-¿A qué atribuye esta buena acogida?
-El modelo de Paradores no se puede generalizar, pero creo que ha sido un año histórico en la Costa da Morte. Nunca pasó que no hubiera sitios donde cenar o comer en la zona. Esto es bueno para la economía porque el precio de los alojamientos ha subido a unas tarifas más justas pero inusuales aquí, como consecuencia de una ocupación tradicionalmente baja. Hemos fidelizado turistas nacionales que no conocían esta costa y han reservado para el 2022, las estancias se han alargado y hay que destacar el turismo interior: no sé si volveremos a tener un 32 % de ocupación solo con clientes gallegos como este agosto.