La historia patrimonial que se cae a pedazos por falta de mantenimiento, en la provincia de A Coruña
A CORUÑA
La lista roja registra 25 construcciones históricas en riesgo
15 nov 2021 . Actualizado a las 11:09 h.Nunca se sabe lo que se tiene, hasta que se pierde. O eso dicen. Algo similar manifiesta la Lista Roja del Patrimonio, que recoge aquellos elementos del patrimonio histórico español con riesgo de «desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores». La carpeta digital de monumentos es amplia, variada y apta para todos los disgustos. Incluye patrimonio arqueológico, civil, industrial, militar, natural o religioso y tiene un objetivo principal: otorgar protección.
Nace como iniciativa de la Asociación Hispania Nostra y hace un llamamiento a la sociedad «para que conozca y se sensibilice con ello», indican desde la entidad. La provincia de A Coruña se lleva el trozo grande del pastel, con 25 elementos que «piden mantenimiento». El total de Galicia asciende a 63.
En lo que va de año, el comité científico de la asociación ha añadido cuatro nuevos edificios a la base de datos. El más reciente, el pazo A Rectoral del siglo XVIII, en Zas (en la comarca de Carballo). Entró a formar parte hace apenas un mes. Pese a que el escudo de su fachada y su hórreo hayan sido declarados bien de interés cultural (BIC), su estado de conservación es «ruinoso». Carece de cubierta y de parte interior. Un palacio superado por la maleza en sus paredes declaradas en «peligro de desaparición».
El cruce de la avenida de la Coruña con el Puente Nuevo sobre el río Mendo, en Betanzos (comarca de A Coruña), alberga la segunda propiedad de las cuatro recientemente incorporadas. Se trata de la casa de la Luz, la primera fábrica de la ciudad que fue instalada a principios del año 1900 por la familia Núñez. A pesar de ser un edificio con carácter industrial no merece la menor atención, pues fue pionero en el sector. Se sospecha que parte de las construcciones corresponden a un proyecto del arquitecto Rafael González Villar. Sendos grafitis interrumpen la fachada y la cubierta está derruida y a la intemperie.
En junio del 2021, la base de datos se ampliaba por primera vez este año con dos construcciones de importante peso histórico. La casa renacentista en A Vacariza, del siglo XVI, y el castillo de Mesía, datado entre los siglos XIII-XIV.
El palacio renacentista situado en la comarca de Carballo ostenta el escudo central en su fachada que ilustra la cabeza de lobo arrancada, de los Moscoso, familia nobiliaria de los condes de Altamira, a quienes se atribuye su construcción en el siglo XVI. La vivienda es un bien catalogado, y los tres escudos que se tallaron en su parte frontal se consideran bienes de interés cultural. ¿Cómo es posible que forme parte de la lista roja? Su estado general, con sillares desprendidos, carencia de tejado e invasión de la maleza, hace que el comité científico lo considere en «estado general de ruina progresiva».
La fortificación del castillo de Mesía, en la comarca de A Coruña, se remonta al siglo XIII, sin embargo, la primera documentación de la construcción atestigua que el castillo fue construido por Gonzalo Días de Mesía en el siglo XIV. Y ya sufrió un deterioro cuando en 1467 las revueltas de los Irmandiños la destruyeron.
Después, el arzobispo Fonseca de Santiago de Compostela ordenó su reconstrucción. Se considera un bien de interés cultural y aparece representado en el escudo del ayuntamiento de Mesía. No obstante, su estado de conservación «es pésimo y de ruina progresivo» lo que justifica su inclusión en la Lista Roja del Patrimonio.
También hay construcciones que figuran en la lista desde su creación. Algunos ejemplos son el sanatorio de Cesuras (A Coruña), el monasterio de Santa María de Monfero, en la comarca de Ferrol.
Edificios singulares cubiertos de maleza, sin techo y en un estado precario y ruinoso
El área de Barbanza contó con su última inclusión en julio del 2020. Fue la Telleira de Quintáns, un edificio de tipo industrial en el que se fabricaban tejas y ladrillos. La vivienda pasó de generación en generación desde que Joaquín Rial Blanco la fundó en el siglo XIX. La maleza invadió la edificación, pero se conservan los muros perimetrales, el horno, la vivienda de los telleiros y el embarcadero. Su razón para formar parte de esta lista es la «singularidad» de su origen.
Monfero, en Ferrol, también aparece en la lista roja. La casa rectoral de O Canedo, ubicada en la parroquia de Val de Xestoso, forma parte desde marzo del 2020. Antaño, era la casa del cura del núcleo y debido a su proximidad, se considera que estaba integrada en la iglesia de San Pedro, de estilo barroco. El exterior se halla en buen estado, al contrario del interior, que está derrumbado y con una conservación «precaria». Desde la asociación Hispania Nostra estiman que se encuentran en «peligro de degradación progresiva hasta su completa ruina».
En el camino de la despedida también figura el pazo de O Casal, en Brión (Santiago de Compostela) Los registros históricos lo vinculan a los condes de Altamira desde el siglo XVII. La ficha roja recoge que «el último habitante del pazo fue un tal Mazas que lo abandonó para no volver jamás. Los más ancianos del lugar recuerdan que recaudaba rentas a los campesinos». Los intentos de restauración que atravesó no surtieron efecto. Actualmente, se describe en «estado de ruina y sin techumbres». Entrar en su interior es impensable, el mal estado de la edificación no lo permite.
Felipe Senén López, arqueólogo y museólogo: «El Camino Inglés es un paseo por la destrucción»
Felipe Senén López es arqueólogo y museólogo. Con una amplia trayectoria en el estudio del patrimonio cultural, el experto analiza la situación que atraviesan los edificios más olvidados.
—Cuando hablamos de patrimonio cultural, ¿a qué nos referimos?
—Puede ser patrimonio de las tradiciones culturales, el cual se está degradando; patrimonio inmaterial de los museos, que está falto de espacio y de personal. También se puede hablar de un patrimonio inmobiliario mal cuidado. No solo rural como ocurre en la lista roja, sino también urbano.
—¿Cuál sería un ejemplo en las ciudades?
—La casa de los elefantes de Ricardo Bona, en A Coruña.
—¿Qué necesitan estas edificaciones?
—Necesitan sobre todo revitalización. Que les den vida. En Poio se creó la escuela de canteiros de Galicia. El tema de la forja, del telar, se debería vincular a estos espacios. No todo es convertirlo en un hotel o museo.
—¿El monumento del rural tiende a estar más dejado?
—Sí, solo hay que ver el Camino Inglés. Atraviesa autopistas, la casa en la que Felipe II se alojó está a la venta o los muros de tradición de pedra seca que hay en Poulo están derruidos. Y eso teniendo en cuenta que no hay país en el mundo que ofrezca tanta variedad de muros como Galicia. Es un paseo por la destrucción del patrimonio cultural de Galicia.
—¿Qué añadiría a la lista?
—El monasterio de Santa Catalina, el castillo de la Palma y el castillo de San Felipe. Piden mucha atención por todo lo que significa Ferrol como sistema defensivo.