La extinción del contrato de obra afecta a 260 científicos de la Universidade da Coruña

m. CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PEDRO MACEIRA

La primacía de la modalidad indefinida en el nuevo marco laboral contribuye a estabilizar la plantilla pero obliga a los investigadores principales a aprovisionar más fondos para indemnizaciones

10 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La reforma laboral va a costarle dinero a la universidad por donde más le duele. La magra plantilla de investigadores ve desaparecer estos días el contrato más frecuentado por la institución para llevar adelante buena parte de los proyectos. De los 1.400 investigadores que nutren la Universidade da Coruña (1.200 también son profesores y gozan de contratos estables), 260 (31 con contratos desde el 1 de enero) encajarán en los próximos meses los efectos de la extinción de la modalidad de obra y servicio. No necesariamente los perjudicará. Con la entrada en vigor del real decreto el 28 de diciembre pasado —la fecha de aprobación por el Consejo de Ministros es la que vale, por más ruido que haya generado la reciente votación en el Congreso—, la contratación indefinida será prevalente y, por tanto, más altas las indemnizaciones que habrán de abonarse en caso de interrupción. «Que pasen a indefinidos non quere dicir que non vaian ter fin, senón que haberá que indemnizar o remate con maior contía», señala Salvador Naya, vicerrector de Investigación de la UDC.

¿Cuáles serán las consecuencias? En primer lugar, «os IP [investigadores principales de un proyecto] terán que facer un aprovisionamento máis alto para contratar aos investigadores do seu equipo e, no caso de que non renoven, afrontar as indemnizacións», explica Naya. La desaparición del concepto de obra y servicio, del que la UDC tiene un ejemplo claro en el CovidBens, traería más estabilidad a las plantillas. «Vai ser a futura lei de Ciencia a que aclare todo isto, pero a min o que me gustaría é que todos pasasen a indefinidos, porque bastante inestabilidade temos xa. Xustamente o que necesitamos é estabilizar. Iso si, xera un problema para as institucións, que non temos para aportar indemnizacións e maiores garantías», anota el vicerrector. El 10 de marzo Naya asistirá a una reunión de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en la que se abordará el impacto de la reforma laboral, muy acusado en las instituciones más grandes. 

Moratoria hasta el verano

La aprobación de la norma negociada por Yolanda Díaz ha abierto una moratoria hasta la entrada en vigor de la ley de Ciencia, por la que la UDC solo puede firmar contratos de seis meses de duración. Los pasos en este impasse llegan medidos al milímetro. El gobierno de Julio Abalde somete sus procedimientos al control del sello OTM, uno de los pilares del Código de Conducta para la Contratación de Investigadores publicado por la Comisión Europea en el 2005, que garantiza un proceso abierto, transparente y regido por méritos. Y la captación y estabilización de investigadores constituye una de las apuestas principales del mandato.

Hace un par de años el Consello de Goberno aprobó una directriz por la que se reserva el 10 % de las plazas de empleo público que se convocan cada año, entre 50 y 60, para consolidar investigadores. Y la medida se suma a la disposición nacional que ordena destinar el 15 % de las plazas a científicos con contratos Ramón y Cajal o con acreditación I3. «Nós facémoslle chegar a Inditex os resultados dos nos programas. No InTalent [financiado por la multinacional de Arteixo] cada euro gastado en investigación multiplícase por cinco. Isto é demostrable con datos», explica el vicerrector de Política Científica, Investigación y Transferencia. De los seis investigadores fichados con cargo al InTalent, una sola, Elena Pazos, consiguió para la universidad la prestigiosa ayuda ERC Starting Grant, dotada con 1,5 millones de euros, la cantidad que invirtió Inditex. Y el resto de compañeros obtuvieron contratos Ramón y Cajal.

«Máis alá do impacto da reforma laboral, hai que incidir na aposta pola investigación, por atraer talento e estabilizalo. Cataluña e o País Vasco destinan o 2 % do seu PIB. Alemaña anda polo 3,2 %. Finlandia quere chegar ao 4 %. Nós estamos no 0,94», resume Salvador Naya.

Laura Borrajo: «En xuño deixo a investigación, a carga de traballo non compensa»

A matemática Laura Borrajo (Allariz, 1992) asinou un contrato de obra e servizo a primeiros de ano para sacar adiante algúns traballos que lle quedaron pendentes da súa etapa predoutoral, rematada en setembro coa presentación da tese, dirixida por Ricardo Cao, sobre corrección de nesgo en big data. O seu é un dos contratos afectados pola nova reforma laboral, e aínda máis pola futura lei de Ciencia que podería convertilo en indefinido, segundo interpretan nas universidades. 

—Que pensa facer a finais de xuño, cando remate o contrato?

—Deixo a investigación. A carga de traballo non compensa. Paréceme moi duro. Quizais porque tiven a oportunidade de facer 60 horas co contrato predoc e a experiencia gustoume, voume decantar pola docencia. Farei oposicións a secundaria. Coas poucas prazas que saen e a xente con moitos méritos, non vexo moitas posibilidades de quedar na universidade.

—Por que é tan difícil a investigación?

—Pola falta de oportunidades. Nin saen tantos contratos nin as condicións son tan boas. Eu creo que tendo en conta a carga de traballo, que é moi grande, os salarios son baixos.