La retirada de los árboles de la playa Grande de Miño genera controversia

D. Vázquez MIÑO / LA VOZ

A CORUÑA

Costas incluye eliminar ejemplares en su proyecto para recuperar las dunas

29 mar 2022 . Actualizado a las 09:32 h.

«Eu crecín coas árbores aí, non sei se me afarei a ver a praia sen elas, o proxecto paréceme arriscado», comenta Ángel Varela sobre el plan de retirada de árboles en la playa Grande de Miño, incluido dentro de la actuación de regeneración del complejo dunar, aprobado por la Demarcación de Costas para la zona, con una licitación de 1,7 millones y que incluye la retirada de numerosos ejemplares de lo que consideran especies vegetales invasoras, tanto en la parte de la playa como en la marisma.

«No me gustaría que los retirasen, llevan toda la vida», comenta Pilar Fernández, que ayer paseaba junto con Francisco Valiño por las inmediaciones del arenal. «Se plantaron cuando era yo pequeño, los eucaliptos llevan más tiempo, había también árboles más grandes, pero se retiraron al ampliar la carretera», recuerda Francisco, que del proyecto de Costas, destaca la renovación de las pasarelas.

Alberto García Freijomil, vecino de Vilarmaior y que suele ir a la playa Grande a pescar, cuestiona la medida. «Onde tiñan que retirar as árbores era en Cabanas, algunhas están danadas, e a caída dunha pola xa provocou a morte dunha muller, pero aquí son moitos máis novas, os piñeiros supoñen máis perigo que os plátanos», estima, rememorando el accidente mortal ocurrido en el 2019 en el pinar de Cabanas.

El proyecto que está a exposición pública desde principios de mes recoge como objetivo la recuperación de comunidades autóctonas en los sistemas dunares naturales y para ello se propone como principales actuaciones la demolición de la explanada del antiguo campo de fútbol, la retirada de residuos existentes y la integración del espacio a la zona de la marisma; la eliminación de las pasarelas de madera existentes en la playa para su sustitución por jabre-cemento en la zona próxima a la calzada y por pasarela para los accesos al arenal; el levantamiento de la antigua explanada del aparcamiento de la zona Este y la restauración de la duna en ese punto; y la retirada del relleno de la zona Este de la pasarela existente y la regeneración de la marisma.

Además de hallar especies de plantas invasoras y exóticas en la zona de las marismas, que el proyecto propone eliminar, también se cita la presencia de álamos, acacias, plátanos, bambú, pinos y eucaliptos. En cuanto a los pinos y eucaliptos, se resalta que hay «ejemplares de gran tamaño, en los que la caída de sus ramas supone un grave riesgo de accidente» y se apunta que «los pinos tienen una procesionaria, lo que significa riesgos para las personas y sus perros». Asimismo, se remarca que «la capacidad del plátano andante de transformar el sustrato arenoso en terroso, debido a la caída de las hojas, es su aspecto más negativo».

El proyecto de Costas recoge que «ni árboles ni arbustos deben estar presentes en el sistema de dunas o en el humedal, incluidos ambos lados de la carretera, y deben eliminarse por completo». Especifica que «en las áreas más densamente ocupadas por árboles las hojas caídas han creado un suelo rico en materia orgánica, favoreciendo así la presencia de especies invasoras ruderales y exóticas, es necesario despojar el suelo para remover toda esta materia vegetal y suelo ya formado, dejando solo el sustrato arenoso inferior».

No solo se propone la eliminación de árboles, también una nueva plantación, pero de «especies arbustivas acordes con el entorno marismal», entre las que se cita el abedul blanco o el aliso.