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El Niño y La Niña dejan de ser fiables para predecir las reservas de agua

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

A CORUÑA

Los fenómenos meteorológicos de El Niño y la Niña a menudo tienen consecuencias extremas en Estados Unidos y otros muchos países del Pacífico
Los fenómenos meteorológicos de El Niño y la Niña a menudo tienen consecuencias extremas en Estados Unidos y otros muchos países del Pacífico BILLY BOWLING | EFE

Los ríos atmosféricos provocan, según un estudio, que estos fenómenos meteorológicos tengan consecuencias anormales, como el año extremadamente húmedo del 2023 en el suroeste de Estados Unidos

16 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ríos atmosféricos explican la mayoría de los años atípicos de El Niño Oscilación del Sur (ENSO), según un estudio de la Institución Scripps de Oceanografía de la Universidad de California.

El Niño y La Niña son fenómenos climáticos que generalmente se asocian con condiciones invernales más húmedas y más secas, respectivamente, en el suroeste de los Estados Unidos. Sin embargo, en el 2023, el año de La Niña resultó extremadamente húmedo en lugar de seco.

El estudio, publicado en la revista Climate Dynamics, muestra que los ríos atmosféricos, que son grandes bolsas alargadas de humedad concentrada en la atmósfera, pueden superar la influencia de El Niño y La Niña en los totales anuales de precipitación en el oeste de EE.UU. Esto tiene implicaciones importantes para los administradores del agua, que dependen de los pronósticos estacionales basados en El Niño y La Niña para informar las decisiones de planificación clave en torno a los embalses y la asignación de agua.

A pesar de la influencia generalizada de estos fenómenos en el clima global, los ríos atmosféricos no parecen seguir su ejemplo. «Los ríos atmosféricos no bailan al son de ENSO», dijo en un comunicado Alexander Gershunov, científico del clima en Scripps y coautor del estudio.

Los ríos atmosféricos son clave en el suministro de agua de California, ya que proporcionan en promedio hasta el 65 % de la precipitación anual en el norte y el 40 % en el sur. Sin embargo, su contribución varía mucho de un año a otro. Por ejemplo, en el sur de California, los ríos atmosféricos representaron tan solo el 5 % en 1977 y hasta el 71 % en 1956.

«Los ríos atmosféricos son los comodines de la precipitación en el oeste de Estados Unidos», dijo Rosa Luna-Niño, investigadora posdoctoral en Scripps y autora principal del estudio. «Uno o dos ríos atmosféricos pueden convertir un año en lluvioso, pero una temporada de ríos atmosféricos débiles puede convertirlo en un año seco. Esto significa que no podemos confiar completamente en El Niño y La Niña para hacer predicciones precisas sobre el año hidrológico».

Los científicos esperan que estos ríos en el cielo se conviertan en fuentes cada vez más importantes de precipitación anual en el oeste de los EE.UU. debido al cambio climático, lo que potencialmente hará que los años de El Niño y La Niña se desvíen aún más de sus patrones típicos.