Tras 26 años trabajando en moda y estudiar el arte floral japonés Joserra de la Fuente se doctora con su propio negocio de flores y decoración
10 oct 2019 . Actualizado a las 11:18 h.Si has pasado estos días por la calle Panaderas seguro que no has podido evitar mirar para dentro en el número 7. Allí abrió hace unas semanas Ra Floral Deco, un espacio de arte floral que mezcla mucha flor bonita con elementos de decoración. Después de trabajar durante 26 años en el mundo de la moda, José Ramón de la Fuente cambió la ropa por las flores. Todo el mundo lo conoce como Joserra y su nombre tiene mucho que ver con el de la tienda: «Es una broma entre los que me conocen: se ve que no es muy común que a los José Ramón en Galicia los llamen Joserra y cuando estaba en el anterior trabajo y me llegaban paquetes muchas veces venía el nombre mal, y me llamaban Ra». Ese recuerdo y su pasión por el dios Sol, «imprescindible para el crecimiento de las plantas», se fusionaron para bautizar este espacio que le da una vuelta de tuerca a las floristerías tradicionales.
La especialidad de Joserra es el arte floral: crear composiciones para decorar casas, tiendas, hoteles, bodas, fiestas o cualquier lugar que le propongan. No solo vende flores, a lo largo de la preciosa tienda con pared de piedra y fachada parisina hay jarrones y pequeñas piezas de cerámica, piezas que le ayudan a completar una creación. «Siempre me gustó el arte floral y cuando tenía que viajar a Japón me compraba muchos libros de ikebana y hacía después mis arreglos en casa. Necesitaba hacer un cambio de vida y cuando te ves fuera del horario laboral te planteas qué hacer y decidí formarme en algo que sabía que se me daba bien», cuenta este maestro de las flores.
Cree que el trabajo con la naturaleza «no tiene techo en lo creativo». «Se pueden hacer montajes espectaculares», cuenta mientras se imagina una ciudad llena de espacios públicos con mucho arte flores. ¿Y para casa? «En las casas deberíamos ser un poco más como Holanda: tener semanalmente flores que te gusten», asegura. Como un padre con sus hijos, a Joserra le cuesta elegir qué flor es su favorita: «Todas tienen algo especial, pero si tengo que elegir me gustan todas las que podrías encontrarte en un jardín inglés».
La tienda de Panaderas tiene una enorme mesa de trabajo que Joserra espera usar muy pronto para dar talleres de arte floral, y transmitir un poquito de su pasión por la naturaleza a los demás.
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