Graciela Tallón y Víctor Egoavil son los padres de este local en A Coruña donde se cuida todo el proceso de fabricación del café, del productor hasta llega a la taza, para hacerlo más sostenible
31 ene 2020 . Actualizado a las 11:18 h.Waco es una ola de café. Pero no de cualquier café: de café del bueno. Porque cada taza que sirven en este local del número 22 de la calle Alameda tiene una historia detrás que Graciela Tallón y Víctor Egoavil, se encargan de contar a cada cliente. Ellos son los padres de este café de especialidad con brunch que introdujo un concepto nuevo en A Coruña: el del café sostenible, donde cuentan los productores y todas las fases de elaboración que sirven para convertir esta fruta, el café, en un manjar; donde la leche viene directamente de un productor de A Laracha y los platos se funden en el taller coruñés de vidrio, Arteviares, para apoyar a negocios locales y usar productos de proximidad; donde el agua se sirve en vasos hechos a partir de botellas recicladas para cuidar un poquito más del planeta, y donde te puedes tomar unos huevos benedict o una torrija casera de pan de plátano de martes a domingo (el lunes hay café y tostadas) para empezar el día con energía.
En este café de paredes blancas y de madera clarita, hay estantes con libros de café y cuadros que recuerdan una de las pasiones de Víctor, además del café: el surf. «Diseñamos Waco como si fuese nuestra casa: que vieneses aquí y te sintieses a gusto», cuenta Graciela. Para ellos Waco es un reflejo de su vida: de todo lo que vivieron en sus viajes, de su amor por el desayuno y el brunch, de los locales que fueron descubriendo por el mundo, de su pasión por el café. «Le damos importancia a toda la cadena: al productor, tostador… Cada uno tiene una parte importante en el proceso», apunta Graciela. «Queremos que los productores de café vivan, no sobrevivan», asegura Víctor.
Waco es también el reflejo de una corriente: «Significa la tercera ola de café: la primera fue la aparición del café, la segunda fue la aparición de los diferentes tipos de café y el aumento de la calidad y ahora estamos en la tercera ola, la de la experiencia, la de entender y apreciar todos los sabores y darle más importancia que nunca a la trazabilidad y al origen».
Acompañan cada taza con una tarjetita donde explican el productor, el origen, cómo se trató o qué notas de sabor tiene. Todas las mañanas, antes de abrir, elaboran las recetas del día: se miden los gramos, los tiempos de extracción y tamaño de molienda, tienen en cuenta la humedad o la temperatura para hacer el café que mejor se adapte al día. Trabajan con café de cinco orígenes y seis variedades diferentes. Es miércoles y entre las especialidades del día hay un café de Honduras, hecho por mujeres, y otro de México, de pequeños productores. Un café perfecto para subirse a la ola de la vida.
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