Los nuevos gallegos que se animan a emprender: «Nosotros también queremos mejorar nuestra vida»

VIVIR A CORUÑA

Oiongue Mortalla abrirá un pequeño supermercado la semana que viene en Os Mallos, A Coruña.
Oiongue Mortalla abrirá un pequeño supermercado la semana que viene en Os Mallos, A Coruña. Y.G.

Nacidos en otras partes del mundo encuentran en el sector de los ultramarinos de A Coruña una manera de conseguir un empleo menos duro o mejor remunerado

02 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Abandonar la tierra natal en busca de un futuro mejor en otra patria es una dura travesía. Siempre toca empezar de cero, pero con la esperanza de que algún día todo pueda ir mejor. Eso le está pasando a Oiongue Mortalla, senegalés de 54 años, que ve en el pequeño supermercado que va a inaugurar la próxima semana en el barrio de Os Mallos, en A Coruña, una oportunidad de vivir mejor. «No es fácil, pero nosotros también queremos mejorar nuestra vida», cuenta a La Voz.

Mortalla ha podido emprender este nuevo camino empresarial después de más de diecisiete años desempeñando labores de cualquier cosa y en cualquier sitio. «He trabajado de muchas cosas, instalando tela asfáltica en las terrazas, de soldador, en desguaces de coches. Trabajé mucho en Madrid, en Canarias...». Ahora, en cambio, va a ser su propio jefe, una meta en la que pensaba desde hace años. «Abro la tienda porque no me gusta trabajar para los demás, en otra empresa. Prefiero trabajar lo mío. Antes me levantaba a las seis de la mañana y volvía a las nueve de la noche a casa trabajando para otros, y eso no era vida», confiesa.

Oiongue Mortalla ha decidido emprender en el terreno de la venta al por menor de productos de alimentación. En concreto, ha montado un supermercado tipo ultramarinos que abrirá todos los días de la semana. Una dedicación que cada vez es menos atractiva pero que encuentra en los inmigrantes que han venido a España una manera de mejorar su situación laboral.

Ese también es el caso de Ana Martínez, que abrió en el mes de abril, también en Os Mallos, el establecimiento Productos Latinos: «Monté esta tienda por mis problemas de salud. Sufro de fibromialgia, tengo artrosis, tengo un poco de depresión, de nervios... Entonces, por mis problemas de salud, en vez de dar salida a los trabajos, quise montar algo para mí, para no estar viviendo de ayudas, para tener una estabilidad en España».

El ejemplo de Ana, nacida en República Dominicana, es similar al de Oiongue. Ella también lleva casi dos décadas viviendo y trabajando en España. Sobre todo lo hizo como empleada de hogar y en el cuidado de ancianos. «Es duro, sobre todo, cuando los mayores están encamados», afirma. En esta nueva etapa como su propia jefa está más tranquila y puede llevar un mejor control de su medicación. Sin embargo, confiesa que es difícil. «Empecé con mi propio dinero y tengo poca mercancía, voy tirando poco a poco, pero cada día se montan más tiendas de este tipo, hay mucha competencia», sentencia.

Lo mismo opina Rebeca Castro, copropietaria de la tienda de alimentación y bazar La Estación. Ella y su pareja son venezolanos y, tras más de nueve años en España, decidieron abrir su negocio el pasado 12 de junio. «Vivíamos en Madrid y ya llevábamos tiempo pensando en abrir un negocio, y este tipo de tiendas de alimentación nos llamaban mucho la atención», afirma. Están contentos con la decisión tomada, pero nota que cada vez son más los supermercados que abren los domingos y festivos. Lo cierto es que la cadena Carrefour está haciendo una apuesta fuerte por su línea Express en A Coruña, Spar también hizo un fuerte desembarco en la ciudad, y sigue creciendo la expansión de Covirán.

La diferencia con el negocio de Rebeca Castro es que ella tiene un catálogo de productos especializado en la gastronomía latina. «Al ser extranjeros nos cuesta más encontrar nuestro tipo de alimentos. Te sientes más en casa cuando puedes comer productos de tu tierra. Está muy guay eso», señala la propietaria de La Estación. Sobre su nueva faceta como autónoma manifiesta que es «duro emprender» y que cuesta «no tener una nómina todos los meses». Sin embargo, también pone encima de la mesa que a las personas que vienen de fuera de España lo que a veces también les cuesta es encontrar un buen trabajo.

Rebeca Castro, propietaria de la tienda de alimentación y bazar La Estación.
Rebeca Castro, propietaria de la tienda de alimentación y bazar La Estación. Y.G.

Eso es lo que le pasó a María Pardiñas, que inauguró el viernes pasado el ultramarinos Pardiñas en el barrio de A Cubela. Nacida en Cuba, ella es española por descendencia directa, pero emigró al filo de la mediana edad, lo que fue un inconveniente: «Cuando llegas a España a veces es muy complicado conseguir trabajo a determinada edad o es difícil demostrar la experiencia».

Ella llegó en 2011 y pronto ya montó una tienda de alimentación, que decidió trasladar a la nueva ubicación buscando un mayor público. Una vena emprendedora que también explica el carácter «echado para delante» de los cubanos. Además, está orgullosa de hacer lo que hace: «Las tiendas de ultramarinos y de barrio son costumbres que se tienen que mantener. El contacto directo con los vecinos y el recibimiento del barrio ha sido muy bueno, la gente ya quería una tienda de barrio en la zona», dice.