Antes de la llegada de esta versión de Cary Fukunaga, el novelón de Charlotte Brontë fue llevado al cine y la televisión al menos en una docena de ocasiones desde que Robert Stevenson abrió la veda en 1943 con Alma rebelde, en la que un joven Orson Welles encarnaba al misterioso Rochester y Joan Fontaine era la joven protagonista. Las hubo para todos los gustos y colores, e incluso Franco Zeffirelli aportó su mirada con el añadido de un cuidado formal y ambiental que se extendería a las dos aportaciones televisivas posteriores, aunque sin alcanzar la exquisitez que luce la adaptación de Fukunaga, cineasta californiano, de 34 años, que debutó en Sundance con Sin nombre y ahora regresa a la cámara. Este cambio de registro no disgustó en principio a la crítica y aspira a romper el maleficio que la cartelera reserva a los filmes de época.
Gran Bretaña
Fukunaga asumió la realización invitado por la BBC británica para recrear un guion de Moira Buffini a partir de la novela de Brontë, ambientada en la Gran Bretaña del XIX y centrada en la historia de la niña Jane Eyre, que ingresa en un colegio de rígida disciplina, del que pasará al servicio doméstico de la mansión Thornfield House, cuyo propietario es un hombre atormentado y misterioso. El ambiente es tan deprimente que Eyre huirá de allí, dejando sumido a su señor en una profunda tristeza. Regresará finalmente con la intención de desnudar el alma del propio Rochester.
Publicada en 1847, Jane Eyre se convirtió en un éxito inmediato y en sus páginas hay numerosas referencias autobiográficas, sobre todo en lo relativo al ambiente deprimente y opresivo de la institución en donde había estado internada la autora.
Con los años, se consolidaría como un clásico de la literatura gótica romántica, que Fukunaga quiso convertir en «un ensayo sobre la muerte y la soledad», renunciando a ingredientes tan próximos al gótico como los recursos efectistas de misterio y terror, aunque la mansión, sus estancias, sus luces y sombras sean también protagonistas en sí mismas. La película ha sido rodada en localizaciones naturales del Reino Unido entre marzo y mayo del 2010, con el exquisito cuidado de factura tan propio de cine de aquel país.
Tiene como protagonista a la actriz australiana, de 22 años, Mia Wasikowska, que en el 2010 protagonizó para Tim Burton su versión de Alicia en el País de las Maravillas. La acompaña el actor alemán Michael Fassbender, de 34 años, que en el 2009 saltó a la fama gracias a Tarantino y su Malditos bastardos y ahora está en cartel también con Un método peligroso, a las órdenes de David Cronenberg.
Todavía con varios filmes pendientes de estreno, Fassbender fue elegido también por Ridley Scott para su esperada Prometheus. Completan el reparto la veterana Judi Dench y Jamie Bell.
«Jane Eyre»
Drama, romance.
120 min.
Reino Unido. 2011. Director: Cary Fukunaga.
Actores:
Mia Wasikowska, M. Fassbender.