Cineastas de prestigio imponen el regreso a los rodajes en celuloide

miguel anxo fernández

CULTURA

Abrams filmó «Star Wars» en 35 milímetros y lo nuevo de Tarantino será en 70

02 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Martin Scorsese, presidente de la ejemplar The Film Foundation, institución creada para preservar el patrimonio cinematográfico y amparada por un amplio número de prestigiosos cineastas, no se cansa de repetir que a fecha de hoy no hay mejor medio que el celuloide para preservar los filmes, remontándose a que se conservan originales Lumière, mientras el soporte digital es todavía demasiado joven e incierto.

De la misma idea son, entre otros, directores de Hollywood como Judd Apatow, Steven Spielberg, David Fincher, Clint Eastwood y David Lynch, además de J.J. Abrams, que impuso a Disney rodar la nueva Star Wars en 35 milímetros. También Quentin Tarantino filmará en 70 milímetros su próximo wéstern, The Hateful Eight, y Christopher Nolan ha recurrido al celuloide para rodar la muy esperada Interstellar, la misión de varios astronautas para encontrar alternativas de vida a la Tierra, que se estrenará masivamente en medio mundo el próximo jueves y al día siguiente lo hará en España, avalada por la vitola de ser la película más esperada del año, segura candidata a los próximos Oscar.

No son los únicos cineastas que regresan al celuloide. El muy veterano autor francés Philippe Garrel acaba de rodar L'Ombres des femmes en 35 milímetros, blanco y negro, y formato panorámico Scope. Su montador, François Gedigier, se encontró con la dificultad de no disponer ya de la infraestructura técnica adecuada, al haberse desmantelado hace algunos años en favor de la tecnología digital, teniendo que recurrir a una mesa dotada de óptica Scope, propiedad del histórico Claude Lelouch. La prestigiosa revista Cahiers du Cinema, en su número de octubre, se hacía eco de la presión ejercida por un amplio lobby de directores ante los grandes estudios de Hollywood, instándoles a adquirir stocks de película fotoquímica para garantizar el rodaje y la conservación de sus filmes en el futuro.

De la quiebra a beneficios

No solo aceptaron, sino que además Kodak, que después del cierre de Fuji en el 2011, había dado en quiebra en enero del año siguiente, siendo la última en fabricar soportes de 35 milímetros, anuncia por boca de su presidente, Jeff Clarke, que esperan beneficios para el 2016. Según la citada fuente, la empresa deposita sus esperanzas en la nueva emulsión Cine200 Tungsten, que al parecer mejora notablemente la nitidez y ofrece gran calidad en los colores sombríos.

La obligatoriedad de regresar al fotoquímico se impone igualmente ante la necesidad de obtener nuevas copias de viejos filmes, para satisfacer de esta forma una creciente demanda por parte de salas especializadas, reticentes a renunciar a la proyección analógica, en un fenómeno que va más allá del resurgir, por ejemplo, del vinilo en la industria musical.