Emilia Pardo Bazán regresa al escenario de «La Tribuna» en una ópera homónima

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

MARCOS MÍGUEZ

Presentado el libreto en la antigua Fábrica de Tabacos, ahora Audiencia Provincial

12 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Amparo madrugó para asistir a la Fábrica. Caminaba a buen paso, ligera y contenta como el que va a tomar posesión del solar paterno. [...] Porque al fin los puros la conocían, su madre le había enseñado a envolverlos, poseía los heredados chismes del oficio, y no le arredraba la tarea». Es la protagonista de La Tribuna, novela de Emilia Pardo Bazán. La cigarrera y su creadora volvieron anoche a la vieja Fábrica de Tabacos, el escenario de «una obra maestra que mantiene totalmente la vigencia de cuando se escribió», sostiene Javier Ozores. Es el autor del libreto de la ópera homónima sobre la novela que se presentaba anoche en la sede de la Audiencia Provincial da Coruña que ahora ocupa la que fue instalación fabril desde 1804 al 2002.

Ante el público que abarrotaba la sala, evocó Ozores cómo hace años el director de escena José Manuel Rabón le había regalado un ejemplar de La Tribuna. «Para que hiciera una película, pero no la veía; la volví a leer y lo que encontré es que el personaje de Amparo necesitaba música». Y empezó con el libreto, pensando entonces que el encargado de ponerle música sería el compositor Manuel Balboa, «que había escrito varias bandas sonoras de filmes, entre ellas la de la última que produje, El baile de las ánimas». Balboa empezó a trabajar en ello pero su prematuro fallecimiento truncó el proyecto.

Ahora ha sido el violinista de la Orquesta Sinfónica de Galicia Gabriel Bussi el que ha musicado este primer libreto de Ozores y que anoche se mostraba emocionado del resultado de «cinco años y medio de trabajo». Bussi elogió de Ozores «el atrevimiento que supone poner en verso una novela como esta», subrayando que, aunque comprimido, estaba todo contenido. También destacó que no hubiese optado por un final dramático -cuando Baltasar deja a Amparo, «o más bien es ella la que parece que lo deja porque lo echa»-, sino que hay un tercer acto en el que la protagonista, embarazada, «hace frente a ese estigma social de tener un hijo sin padre e incluso sigue defendiendo a las cigarreras colocando barricadas».

El presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Miguel Ángel Cadenas, encabezó un encuentro cuya ubicación «fue una idea genial de la directora de la casa museo Pardo Bazán, Xulia Santiso», desvelaba Ozores, que aprovechó para reclamar apoyo para representar la ópera.

El presidente de la RAG, Víctor F. Freixanes, remarcó «a importancia que ten Emilia Pardo Bazán para a Academia», no solo, dijo, por la cesión por sus herederos de la sede de la entidad. La actual condesa de Pardo Bazán, Carmen Colmeiro, recordó que con La Tribuna fue «la primera vez que un escritor entraba en un colectivo fabril para contar su historia». El alcalde, Xulio Ferreiro, ensalzó el modo en que «as cigarreiras cambiaron a concepción do traballo», mientras el director xeral de Xustiza, Juan José Martín, evocaba cómo Tabacos había sido antes sede del correo marítimo con ultramar y Cadenas apuntaba cómo a pesar del cambio de uso se mantiene intacta la identidad de la Fábrica.

Entre sus renovadas paredes, sonaron dos arias de la nueva ópera, interpretadas por la soprano gallega Teresa Nóvoa y la pianista japonesa Haruna Takebe, una de ellas una nana que Amparo, embarazada, canta ante la puerta de entrada del edificio al que volvió anoche, junto con su creadora.