El vino entreteje en Santiago 80 obras de artistas como Chillida, Durero, Picasso y Miró

Montse García Iglesias
Montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

La exposición «Inspirados por el vino», inaugurada este jueves, ofrece un recorrido por seis siglos de historia del arte. En la imagen, se pueden apreciar algunos de los grabados de Picasso exhibidos.
La exposición «Inspirados por el vino», inaugurada este jueves, ofrece un recorrido por seis siglos de historia del arte. En la imagen, se pueden apreciar algunos de los grabados de Picasso exhibidos. Xoán A. Soler

La Fundación Vivanco expone en el Centro Abanca grabados de 53 creadores

21 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El vino sirve de hilo conductor a un recorrido por seis siglos de creación artística en el Centro Abanca de Santiago con la exposición de la Fundación Vivanco Inspirados por el vino. Maestros del grabado en la colección Vivanco, que puede visitarse hasta el próximo 10 de noviembre. La muestra reúne ochenta grabados de 53 reconocidos artistas y que van desde el siglo XV hasta la actualidad.

En la muestra inaugurada este jueves se entrelazan desde la única pieza que realizó Chillida sobre el vino —representa una prensa—, a una copa de Antoni Tàpies pasando por Los vendimiadores de Joan Miró y tres obras de Picasso, entre las que destaca una prueba de autor de un Baco joven. Se trata de una selección de los fondos que la Fundación Vivanco lleva reuniendo desde hace más de medio siglo. «Somos unos apasionados por el vino como alimento, pero también como cultura y patrimonio», resaltó Santiago Vivanco, presidente de la entidad ligada a la bodega riojana.

La exposición en la que maridan arte y vino se articula en dos bloques. Uno dedicado al grabado clásico, que cuenta con tres secciones— mitologías griega y romana, escenas costumbristas y cristianismo—, y otro al contemporáneo. El recorrido comienza poniendo el acento en la mitología clásica, donde tiene mucha presencia el dios del vino, Dionisio/Baco. En este apartado resaltan obras como Sileno ebrio, de José de Ribera, y que data de 1649, así como una serie de doce grabados, casi miniaturas, del holandés Jacob Matham relatando la vida de Baco. «Es el primer artista que recopila la vida de Baco en varias escenas», explicó Santiago Vivanco.

El relato expositivo continúa con piezas relacionadas con el cristianismo, ya que en su iconografía está muy presente la cultura del vino. En esta sección sobresalen La virgen como reina de los ángeles, de Alberto Durero, y Las viñas de Noé, de Francesco Bartolozzi. La sección de grabado clásico concluye con una serie de escenas costumbristas, con obras que representan banquetes, tabernas y momentos cotidianos de las labores de la vendimia. Figuran trabajos de artistas como Ernest Boetzel y Sebastian Münster, entre otros.

La muestra concluye con un amplio apartado de grabados contemporáneos. Estas creaciones fueron las últimas en incorporarse a la colección Vivanco. Junto a las piezas de Tàpies, Chillida, Miró y Picasso pueden encontrarse trabajos de Miquel Barceló de su colección Biblioteca, así como las copas y confeti de Andy Warhol, una representación de una fiesta de Antonio Saura, los viñedos de la pintora irundarra Menchu Gal.