Santiago acoge del 3 al 7 de enero ocho funciones del espectáculo «OVO»
29 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El brasileño Wellington Lima es uno de los 52 artistas encargados de dar vida al espectáculo OVO del Circo del Sol. Hace casi 25 años que comenzó a trabajar en la compañía canadiense y, tras participar en otros montajes, lleva en los últimos tiempos transformándose en uno de los grillos saltarines que forma parte de la colorida y acróbata colonia de insectos que la próxima semana recalará en Santiago (del 3 al 7 de enero en el Multiusos Fontes do Sar). «Lo más característico de OVO es que a los números de acrobacias que hacemos le unimos unos colores muy vibrantes y una música en directo que es muy atrayente. Es muy lindo y para toda la familia. Al público le encanta», resume el miembro del elenco artístico. Este espectáculo, que la compañía creó para conmemorar su 25 aniversario, posa la mirada sobre la biodiversidad. Para ello teje un relato a partir de la aparición de un misterioso huevo que deja atónitos a los insectos. A partir de ahí surge una trama en la que no faltará tampoco una historia de amor.
Wellington Lima participa en el número con acrobacias sobre una cama elástica que pone el broche al espectáculo. «Es increíble, saltamos desde siete u ocho metros de altura», destaca, apuntando que el público responde muy bien a esta propuesta. «Jugamos con el riesgo. En el Circo del Sol hacemos posible lo imposible. Para el que mira desde fuera hacemos que parezca muy fácil porque entrenamos mucho las técnicas, pero nosotros somos conscientes de que hay riesgo. Ese peligro es lo que nos da la vida, y a mí me encanta eso», resalta. Un colofón a dos horas de OVO que está precedido por otras creaciones de gran espectacularidad, incide el artista brasileño. Entre ellas, se encuentran propuestas con el palo chino, así como un número con el diábolo y otro «muy increíble de suspensión capilar». Pero Lima tampoco se olvida del papel de los payasos, «que son muy graciosos».
¿Cuál es el secreto de los espectáculos del Circo del Sol para que conquisten? «Que son únicos. Cada show tiene una magia distinta. Muchos de los que vienen a vernos han escuchado del circo, pero no saben lo vibrante que lo podemos hacer tanto para ellos como para nosotros mismos, porque nos alimentamos de lo que nos da el público», responde Lima, que destaca la buena respuesta de los espectadores en España.
En Santiago ofrecerán ocho funciones con entradas disponibles en varias de ellas. El miércoles, jueves y viernes habrá una sesión de OVO, el sábado serán tres y el domingo, dos. «Son números muy físicos, pero, si tengo que hacer tres sesiones en un día es porque estoy preparado para afrontar cinco. Tenemos el entrenamiento para ello», resalta Lima, que empezó a trabajar en la compañía por casualidad, ya que «al principio no tenía ningunas ganas de hacer circo». Él era campeón de Brasil de trampolín acrobático y la semana que llegó a Río de Janeiro para entrenar con la selección, estaba también haciendo la compañía canadiense haciendo un cásting. «El Circo del Sol estaba interesado en mí, pero yo no tenía muchas ganas. Finalmente, tomé la oportunidad y la abracé por todo este tiempo. Me ha dado la posibilidad de ayudar a mi familia, de conocer mundo, de hablar otras lenguas y de amar lo que hago», detalla este artista que ve su futuro siempre ligado al ámbito circense.
Un centenar de personas de más de veinte nacionalidades
Detrás de un espectáculo de las dimensiones de OVO hay el trabajo de un centenar de personas, de los cuales 52 son los artistas que salen a escena. Responden a un total de 25 nacionalidades y hablan 17 lenguas distintas. «Tenemos un lenguaje general, que es el acróbata, el de la performance», apunta Wellington Lima, apuntando que son muchos los idiomas que se pueden escuchar en las conversaciones: inglés, francés, ruso, castellano... «Esa mezcla de culturas, de lenguas, es muy rica para el show», añade el artista brasileño.
Los encargados de dar vida a OVO cambian de ciudad cada semana para ofrecer entre cinco y diez funciones. Para estar en unas buenas condiciones, tienen dos entrenamientos obligatorios, a lo que añaden la preparación física. «Somos profesionales y tenemos que estar preparados para hacer tres sesiones en un día», resalta Wellington Lima, que apunta que el secreto para conseguir estar durante cerca de 25 años haciendo este trabajo de acrobacias es «amar lo que haces y cuidar bien el cuerpo». En ese sentido, el brasileño, que también es maestro de capoeira y gimnasta, incide en que la compañía cuenta con un buen equipo que les cuida.
Además de destacar el apartado físico, el artista pone el acento en la calidad del espectáculo, con el cuidado también del apartado musical y del vestuario. En caracterizarse alguno de los artistas llegan a emplear 45 minutos. «No es solo hacerlo bien, sino con calidad y mostrar al público que nosotros tenemos pasión por lo que hacemos», sentencia.