Los californianos dejaron el listón muy alto para dar la bienvenida a O Son do Camiño
31 may 2024 . Actualizado a las 13:01 h.Ni llegó el verano ni mucho menos finalizó septiembre, pero Green Day contradijo su Wake me up when september ends y despertó por todo lo alto la edición más tempranera de O Son do Camiño. Billie Joe Amrstrong, Mike Dirnt y Tré Cool iniciaban en el Monte do Gozo su gira The Saviors Tour en la que prometían que todo se iba a volver «cien veces más loco». Y más loco se volvió en Santiago ante un entregado público cuya media edad superaba ampliamente la que el año pasado siguió a Aitana. Esta vez eran los hijos los que acompañaron a los padres, que no dudaron tampoco en portar camisetas y corear temas que le acompañaron en las últimas décadas.
La banda estadounidense, que demostró estar en forma, repasó dos discos que marcaron su trayectoria y que este año están de aniversario: Dookie, que cumple 30 años, y American Idiot, que suma dos décadas. En medio, sonaron algunos de su recién salido The Saviors. Green Day, con su entregada actuación, logró incluso sobreponerse a un deficiente sonido que, sobre todo en el arranque, dificultaba, reforzado por el viento que iba y venía, escuchar los temas. Con el paso de los minutos la situación mejoró y muchos de los asistentes ya pudieron disfrutar de clásicos como Boulevard of broken dreams. El legendario grupo, ajeno al descontento de parte de la grada, se volcó, lo que llevó a los presentes, a pesar del sonido, a aclamarles.
Green Day desembarcó en el Monte do Gozo con The American Dream is killing me, de este último trabajo para después comenzar a interpretar los temas del álbum que vio la luz en 1994 en donde no podía faltar uno de sus grandes himnos, Basket Case, que incluso entonó ese público que no alcanzaba las tres décadas. Tras cuatro temas de su último trabajo, Billie Joe Amrstrong, Mike Dirnt y Tré Cool se adentraron en American Idiot en el que no faltaron himnos como Wake me up when september ends. Una parte del concierto en el que incluso subieron a un joven al escenario para hacer los coros. Y es que Billie Joe Armstrong trató de implicar al público desde el saludo inicial a Santiago. Lo que quedó claro es que al contrario de lo que dice la canción, Green Day no caminó solo en el Monte do Gozo, sino que más de 42.000 almas lo acompañaron en ese viaje como demostraron encendiendo las linternas de su móviles. Para ellos fueron las grandes ovaciones de la jornada en las dos horas que duró su concierto entre numerosos «oes» y que concluyó con Good riddance, que entonó Armstrong solo, uniéndose el resto de la banda un concierto inolvidable en O Son do Camiño.







































Antes de que Green Day se subiese al escenario, el colombiano J Balvin ya había tratado de elevar la temperatura del Monte do Gozo. Desde el principio dejó claras sus intenciones con ese Mi gente: «Toda mi gente se mueve, la fiesta la llevo en mis genes. La fiesta no para, apenas comienza». Fue hora y media en la que mantuvo también un constante diálogo con «Compostela». «El objetivo es que se vayan felices a casa», afirmó en una actuación en la que subió a un «spiderman» al escenario.
Ya antes con Arde Bogotá se vivieron momentos intensos a golpe de rock. Con ellos sobre el escenario, era el momento de llegada en avalancha de los peregrinos de O Son do Camiño al recinto. Los de Cartagena comenzaron con un Clávame tus palabras para continuar con Cariño y Veneno. Antonio García no paró de dialogar con un público que ya ocupaba no solo el foso, sino también parte del anfiteatro. «Es imprescindible que salte todo el festival», reclamaba al tiempo que comenzaba a entonar Qué vida tan dura. Ya para el broche ese «valor, amor y cicatriz» de Los perros.
Entre los más jóvenes había triunfado justo antes Fernandocosta. El ibicenco echó el resto desde el inicio. «Todos con las manos arriba», requería ya en los primeros compases de su actuación entre las llamaradas que emanaban del escenario. Mientras debutaba en O Son do Camiño, daba las gracias por lo bien que lo trataba Galicia, en una actuación en la que continuamente interaccionó con los asistentes mandando en un momento realizar un gran círculo entre gritos.

De manera paralela a Fernandocosta también comenzaba a sonar en el tercer escenario de O Son do Camiño la música electrónica de la mano del compostelano Kike Varela. Un espacio que demostró que tiene también numerosos fieles. Si es para una minoría, esta es numerosa. Entre ambos, la noria, que este año varió un poco de ubicación y sirve para separar los dos espacios del festival.
El gallego Amoebo dio el pistoletazo de salida a esta quinta edición de O Son do Camiño, seguido de del dúo de Manchester Hot Milk y con la formación viguesa Maryland. Ellos daban paso a la banda estadounidense The Interrupters, que terminaban con un «graciñas» y un «I love you». La difícil tarea de dar continuidad a la comunión con Green Days y cerrar el primer día le correspondía a Mattn. Una jornada en la que se dejó ver también Dani Martín, que había protagonizado uno de los grandes conciertos de hace dos ediciones.