Leo el peluche, asesor de Inglaterra

DEPORTES

JOE KLAMAR / Afp

Los jugadores de Inglaterra se turnan como cuidadores de una mascota durante la Eurocopa

20 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La selección inglesa cuenta con un compañero de viaje inseparable durante la Eurocopa: Leo el león. Se trata de un peluche que recibe los mimos y las atenciones de los jugadores del equipo británico. Antes del entrenamiento de ayer en Saint-Étienne, fue Jack Wilshere el encargado de portar a sus espaldas al felino. Previamente lo habían hecho otros compañeros como Smalling, Stones o el mismísimo Wayne Rooney.

Pero la historia de Leo el león no se reduce a pasearse por los campos de Inglaterra en los brazos o espaldas de las acaudaladas estrellas pross. El portador del felino de peluche queda, en cierto modo, retratado. Tras días de silencio y especulaciones -Smalling se negó a contestar preguntas sobre Leo en rueda de prensa-, se ha apuntado a varias posibles causas que designan la figura del cuidador.

Uno de los motivos podría ser que el jugador que peor ha entrenado en la anterior sesión haga de niñero. El castigo no se mediría en términos de rendimiento, sino en cuanto a la incapacidad de mantener el peso ideal. Toda una señal de vergüenza que, sin embargo, los futbolistas británicos se toman con humor. También se habla de posibles votaciones para elegir el canguro. La figura de Leo se ha agrandado con el paso de los días. Todo ello a pesar de que algún futbolista ruso trató de mofarse del león después del empate firmado ante Inglaterra en la jornada inaugural.

Ajenos a las críticas, los jugadores de la selección inglesa incluso han redactado un código de conducta que regula el trato que se le da a la mascota. Se han detallado sanciones en caso de que el muñeco de peluche sufra daños o, incluso, sea extraviado.

Con ese panorama de fondo, no han tardado en aparecer las figuras de improvisados secuestradores. Se trata de futbolistas resentidos o traviesos que aprovechan los descuidos de algún compañero durante su labor de canguro para arrebatarle a Leo. Con ello, consiguen que el peso del código de conducta redactado para salvaguardar al felino caiga con toda su fuerza sobre los cuidadores despistados. Leo se ha convertido en uno más del vestuario pross. Hasta el punto de que algunos insisten en que la camaradería ha mejorado gracias a la diplomacia que genera la presencia del animal de peluche. Un león que actúa como psicólogo y talismán.