A veces los milagros ocurren

Carlos Pastoriza TOUCHDOWN

DEPORTES

Kevin C. Cox | Afp

06 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Acabada la Super Bowl llega el momento de hablar de las claves que han llevado a los Eagles a ganar su primer título y han apartado a los Pats de continuar su leyenda.

Indefensos. En un partido donde todos contábamos con un duelo entre la defensa de los Eagles y el ataque de los Pats, ninguno de los dos equipos fue realmente capaz de parar al rival, y en ese intercambio de golpes por parte de los ataques Philadelphia ganó.

Bajas en el partido. Siempre se habla de los jugadores que faltan antes de empezar el partido, pero en este caso creo que han sido mucho más importantes las bajas durante el mismo. Malcolm Butler, por decisión técnica, y Brandin Cooks, por una conmoción, condicionaron de manera decisiva el juego de Pats en ataque y, sobre todo, en defensa.

De la nada a MVP. Y no, esta vez no hablo de Tom Brady, sino del MVP de la Super Bowl. Nick Foles ha pasado en un mes de reserva absoluto a titular ganador de la Super Bowl y el premio a jugador más valorado de la misma, jugando un partido casi perfecto y sin errores (la intercepción en absoluto es culpa suya)

Voluntad. En todo enfrentamiento, y un partido de football lo es, siempre hay un duelo de voluntades entre ambos contendientes por prevalecer, y creo sinceramente que anoche los Eagles lo deseaban más, casi diría que lo necesitaban y eso en un partido como este es mucho. La inercia durante el partido era que a los Eagles les salía casi todo y a los Pats no tanto, que todo el equipo sabía lo que tenía que hacer para ganar y estaban dispuestos a hacerlo. Esa sensación que, a su vez, tantas veces he visto en los Pats, anoche la vi en cada jugador de Philly y cuando 52 hombres tienen la voluntad de lograr algo a veces, y solo a veces, los milagros ocurren.

Pero, por encima de todo, anoche vimos un partidazo de football por parte de dos equipazos que han demostrado que esta liga está más viva que nunca. Ahora solo nos quedan 6 meses para poder volver a ver este espectáculo, pero después de un partido como el de ayer se hará mas corto y es que, señores, «God bless football».

Carlos Pastoriza es presidente y quarterback del Valhalla Towers