Sepp Kuss: «Es un día complicado por la subida y en el Tour ya vimos que puede haber sorpresas»

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Kiko Huesca | EFE

En una Vuelta en la que la montaña ha estado presente desde el primer día, Richard Carapaz y Primoz Roglic sobreviven como los dos mejores clasificados gracias al trabajo de su equipo y, en especial, al de gregarios de élite.  Sepp Kuss, un jovencísimo escalador americano, vuelve a derrochar el talento en España con el que ya sorprendió en Francia

03 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si los aspirantes a ganar grandes vueltas en el pelotón tienen una pesadilla recurrente, esa es verse solos en los kilómetros finales de una cima junto a Roglic y Sepp Kuss (Colorado, Estados Unidos, 1994). El estadounidense es probablemente el mejor escalador del momento y, pese a haberlo dejado claro en el Tour, sigue insistiendo en pasar su rodillo en la Vuelta en favor de su jefe de filas.

—Son muchos los que piensan que usted es el mejor escalador del World Tour.

—No lo sé. Pienso que los hay bastante buenos. Es verdad que en días de escaladas duras, ahora puedo estar con los mejores. Para mí, cuanto más duro sea el ascenso, mejor. Pero todavía tengo que progresar para ser un corredor todoterreno.

—Como sucedió con Landa, empieza a ser habitual en redes el hashtag #FreeKuss, pidiendo que le dejen volar libre sin tener que esperar al líder.

—Lo he visto. Por el momento, me gusta ayudar a corredores como Primoz Roglic si puedo. Estoy feliz por estar en este equipo y sé que tendré mis oportunidades, así que de momento disfruto ofreciendo mi ayuda e, incluso en el futuro, no tendría problemas en seguir haciéndolo en algunas carreras.

—¿No llega a ser frustrante ver que es el más fuerte y tiene que parar para ayudar a su líder?

—Puede llegar a serlo cuando ves que posiblemente tuvieses las piernas para ganar, pero en una gran vuelta no se trata de ganar un día, sino de ganar la carrera. Nuestro objetivo es que Primoz gane y tienes que sacrificar tu ambición personal. Espero tener las mismas piernas el día que pueda correr para mí.

—Personalmente, ¿le gustan etapas de finales tan excesivos como la del Angliru?

—Yo prefiero escaladas más largas, estilo Col de la Loze en los Alpes. En estas últimas subidas, he sufrido bastante.

—¿Está siendo esta Vuelta tan dura como parece?

—Sí. Los primeros tres días fueron durísimos. Muy agresivos, teniendo que estar preparado para grandes dosis de esfuerzo desde el principio. Ha habido mucha acción en la primera mitad de la carrera, con la sensación de que han sido todos los días como si estuviésemos en una tercera semana de competición. Por suerte, la preparación previa fue buena.

—¿Le gustaría poder algún día ser cabeza de cartel y pelear por una grande?

—Claro que me gustaría. Me encantaría ganar una carrera como la Vuelta, de todas las carreras que he hecho es la que más me gusta. Hay zonas muy bonitas y escaladas preciosas. La Vuelta es perfecta para mí y espero que algún año tenga la oportunidad de ir a por ella.

—Roberto Heras, el que fue gregario de élite de Armstrong en un rol parecido al suyo, lo consiguió.

—Sí, un gran escalador. Corredores así sabemos que nuestro punto flaco son las contrarrelojes, pero si asumes riesgos en la montaña y atacas se puede compensar las carencias contra el cronómetro.

—Hay 10 segundos entre Carapaz y Roglic, ¿cuál de los dos debería estar más preocupado?

—Roglic es favorito para recuperar tiempo en la crono. Es un día complicado porque hay una subida realmente dura al final, así que no lo sabemos. En el Tour vimos que puede haber muchas sorpresas, pero también creo que es un buen recorrido para que Primoz lo haga bien.

—¿Se cierne sobre el equipo la sombra de lo que pasó en Francia en la contrarreloj?

—Está claro que fue duro. Pero en una contrarreloj se trata de esfuerzos individuales en donde el mejor corredor acaba ganando. Es un cliché, pero es verdad, hay que dar lo mejor de cada uno. Dimos lo mejor, pero no fue posible ganarle a Pogaçar.

—Afrontar esas escaladas sin público, ¿es bueno o malo para los corredores?

—A mí me gusta subir con público. Especialmente en zonas como el País Vasco o Galicia o en cualquier otro lugar donde la gente siente la pasión de este deporte con respeto hacia los corredores. Es bonito afrontar las escaladas entre los aficionados. Por otro lado, sí que es verdad que te puedes concentrar más en subir cuando no hay nadie en la carretera. Supongo que depende de en qué lugar del mundo te toque correr.

—Otro compañero, Vingeegard, está sorprendiendo.

—Es realmente fuerte. Cada etapa está destapando más su talento. Recuerdo que decía antes de empezar que estaba muy cansado y que no sabía cómo se encontraría en la carretera, pero cada día mejora. Es un gran corredor, realmente explosivo en subidas cortas, pero en el Angliru también ha demostrado su poderío.

—La suerte que tienen es que parece que no lloverá.

—Tendremos suerte si no llueve. La contrarreloj exigirá mucha potencia desde el inicio y habrá que reservar lo suficiente para poder gestionar la subida. En mi caso, será poco menos que un día libre.