La estrella americana rompe en la final por equipos de Tokio y su continuidad en los Juegos es una incógnita
28 jul 2021 . Actualizado a las 00:04 h.Cuando solo estás tú y la eternidad, la presión es un hecho. Lo sabía Simone Biles (Ohio, Estados Unidos, 1997). Ella era la gran figura de estos Juegos. Millones de ojos seguían cada uno de sus pasos. Los expertos auguraban que Tokio sería recordado por su nombre. Y esa presión, seguramente desmedida para una joven de 24 años, le ha pasado factura. En la final por equipos, la considerada como mejor gimnasta de la historia demostró que también es humana. Solo había competido en el salto de potro —donde hizo la peor puntuación de su equipo con un 13.766 — cuando dijo adiós a la competición. Aunque se especuló con una lesión de tobillo, Biles confirmó tras la prueba que el problema estaba en su cabeza: «Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos».
Que las cosas no fluían se vislumbró el pasado domingo en las clasificatorias. Sorprendió porque Biles, siempre correcta, se pasó de potencia. Algo normal para el resto de competidoras, pero no para ella. «Me siento como si por momentos tuviera el peso del mundo sobre mi espalda. Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero a veces es difícil», explicó a través de su cuenta en Instagram. Pero esta mañana, Biles no pudo masticar las expectativas de un país como Estados Unidos, que no había perdido una final en gimnasia desde el 2010. Rusia aprovechó la oportunidad y mordió el primer oro de su historia desde la desaparición de la URSS. Sin su icono, el equipo olímpico americano quedó a merced de Angelina Melnikova, Vladislava Urazova, Liliia Akhaimova y Viktoriia Listunova. Gran Bretaña finalizó en tercera posición. Aunque visiblemente afectada, Biles demostró su grandeza animando a sus compañeras y abrazando y felicitando a cada una de sus rivales tras la derrota. Palabras mayores.
Por el momento, el equipo olímpico de Estados Unidos no ha confirmado qué ocurrirá con Biles. Mañana a las 12.50, su gran estrella debería competir en la final del all around. Pero si podrá estar es todavía una incógnita. El taekuondista y psicólogo deportivo José Fernández defiende que no se sabrá hasta el último momento: «A pesar de que estos deportistas son extraordinarios, no son súper héroes. Tienen capacidad de reponerse en los malos momentos, pero veremos. Por su salud mental y por lo que le ha costado llegar a donde está, espero que pueda competir».
El también profesional en la materia Jose Barcia defiende que «el gran reto que tiene por delante es el concentrarse única y exclusivamente en lo que tiene que hacer y olvidarse de lo que ya ha ocurrido. Ella no es solo una deportista, ni una figura nacional, es la gran figura mundial de su deporte. Pero entre el éxito y el fracaso a veces hay una mala pisada, un brazo que te resbala, un apoyo...».
«Ya no confío tanto en mí misma. Tal vez sea por hacerme mayor. Hubo un par de días en los que todo el mundo te tuiteaba y sentías el peso del mundo. No somos solo atletas. Somos personas al fin y al cabo y a veces hay que dar un paso atrás», explicó Biles. Esas palabras ya las había repetido antes de viajar a Tokio, cuando aseguró que el miedo al fracaso estaba presente en esta cita olímpica como no lo estuvo en Río. En 2016, era todavía una promesa en ciernes. En 2021, Estados Unidos la ha colocado como su gran referente. Hasta el punto que nada más llegar a Japón la sacaron de la Villa Olímpica tras el positivo de una de sus compañeras y le bloquearon cualquier entrevista con la prensa. Era el diamante que querían tener a buen recaudo.
Sin respuesta
Pero Biles, que, como ella mismo ha dicho, siente como cualquier otra persona, ha roto. «Es muy importante reconocer que nadie es inmune. Estos deportistas trabajan mucho y tiene un talento brutal, pero no están exentos de sufrir. Más en este caso, que todo el mundo espera que rompa todos los récords», afirma José Fernández.
Si en la final por equipos, para sorpresa de todos, no fue capaz de completar una doble pirueta y media, parece difícil que pueda repetir el Yurchenko con doble mortal hacia atrás. La cabeza le ha dicho hasta aquí. Basta. Eso sí, solo ella puede darle la vuelta.
El primer gran torneo sin su familia en la grada
A pesar de haberse convertido un icono mundial que trasciende el deporte, Simone Biles es una mujer hogareña, familiar. Lo demostró antes de tomar el avión para viajar a Tokio. En el aeropuerto se despidió entre lágrimas de su familia, que en por primera vez en una gran cita no ha podido estar en la grada apoyándola.
Ella misma reconocía que le gustan los estadios llenos, su ambiente, la muchedumbre, los gritos y los aplausos. En esta ocasión no pudo ser. En Japón solo ha podido escuchar al del resto de compañeras de equipo y a sus rivales. Sobre esa ausencia de su familia, Biles también se refirió en su Instagram, donde afirmó que, a pesar de no poder estar de cuerpo presente, sí ha podido hablar con ellos través de Internet.
Sus abuelos
La americana, cuya madre la abandonó, fue criada por sus abuelos maternos. Se hicieron cargo de ella siendo una niña y fue con seis años cuando la inscribieron en clases de gimnasia. Desde aquella la han seguido por todo el mundo, donde ha logrado todos los retos que se ha encontrado en el camino. Hasta Tokio.
La estrella americana está clasificada para cinco finales individuales más
El camino de Simone Biles en Tokio no debería haber terminado hoy. A pesar de lo ocurrido en la final por equipos de gimnasia artística, la estrella americana está clasificada para cinco finales más. La primera se disputará este jueves en el estadio Ariake (12.50 horas, TVE). Será la de all around, en la que deberá completar las pruebas de salto de potro, barras asimétricas, barra de equilibrio y suelo.
La final individual de salto de potro está prevista para el domingo 1 de agosto, misma jornada que la de barras asimétricas, el ejercicio que menos le gusta a la de Ohio. La de suelo será un día después, el lunes 2, mientras que la prueba de viga de equilibro tendría que completarla el martes 3.
Por el momento se desconoce si Biles participará en las pruebas o si, al igual que hizo hoy, ella y el equipo olímpico han decidido retirarse. A pesar de la decisión en la final por equipos, Biles sí estuvo en el estadio arengando a sus compañeras. «Podéis hacer esto sin mí», dijo a sus compañeras cuando les anunció que se retiraba. «Estoy orgullosa de cómo las chicas dieron un paso adelante e hicieron lo que tenían que hacer», manifestó Biles tras acabar la prueba, en la que Rusia ganó el oro y Estados Unidos perdió una competición por primera vez desde 2010. Gran Bretaña completó una gran remontada frente a Italia para llevarse el bronce.
Por ellas
«Se lo debo a las chicas, no tiene nada que ver conmigo», comentó sobre la medalla de plata. «Estoy muy orgullosa de ellas», insistió Biles. Preguntada por lo que le dijo al resto del equipo cuando se retiró tras el ejercicio de salto, indicó: «Les dije: habéis hecho todo el entrenamiento, podéis hacer esto sin mí, y estará bien».
Ahora la incógnita es sí participará en las cinco finales que le quedan o si ese segundo puesto logrado por Estados Unidos será su único metal en Tokio.