Sergio Busquets: la última sinfonía del 5 perfecto

Dagoberto Escorcia COLPISA

DEPORTES

Pablo García

Vicente del Bosque dijo sobre el centrocampista catalán: «Lo hace todo bien. Es generoso. Se vacía defensivamente. Y cuando él está bien, el fútbol se hace más fluido»

13 nov 2022 . Actualizado a las 20:42 h.

Cuenta Josep María Orobitg que cuando Carlos Busquets, exportero del Barça y padre de Sergio, le dijo que asesorara a su hijo en el momento que había sido llamado para jugar en el primer equipo, le preguntó a Pep Guardiola, que lo había entrenado en el Barça B: «¿Qué tal este chico?». La respuesta de Pep despejó las posibles dudas que podía tener uno de los agentes de jugadores más importantes que ha negociado un buen número de contratos de los futbolistas surgidos de la cantera del Barça: «Es muy bueno, conmigo triunfará». No se equivocó. Acabaría siendo reconocido como el 5 perfecto.

Entonces corría la temporada 2007-2008 y Sergio tenía 17 años. Guardiola, entonces técnico del Barça, lo hizo debutar en la segunda jornada. Busquets (Sabadell, 1988) comenzaría una carrera meteórica. Sin ficha profesional, Orobitg logró que ganara 15.000 euros por partido jugado, más un bono de 500 por bloques de cinco. Comenzó a conseguir dinero, pero también crédito, confianza y experiencia hasta ganarse el título de uno de los centrocampistas más completos que haya tenido el fútbol mundial.

Sergio, poco a poco, se fue convirtiendo en un modelo de jugador con una inteligencia superior en el campo. Su juego, hoy cuestionado por parte de la prensa catalana y de la afición del Barcelona, ha tenido letra y música. Ha sido pretendido por el PSG y también por el Manchester City. Pese a que hubiera ganado más que en el Barcelona, nunca quiso marcharse.

El centrocampista catalán ha sido un portento en recursos en el terreno de juego. A él no lo formaron en un laboratorio. No es un regateador, pero con sus pases deja a muchos rivales perdidos. No es un defensor nato, pero sí un destructor del juego adversario. Hay una zona del campo que parece de su propiedad. Como futbolista creció en la calle y, por eso, es considerado un jugador de barrio. No se arruga ante nada ni nadie, la crítica periodística no le afecta. Dicen de él que es un jugador natural. También un futbolista completo. Cuando apenas despuntaba, Johan Cruyff un día escribió de él: «Hace fácil lo difícil. Uno, dos toques y salida. Sin balón también da lecciones. Está en el sitio justo para interceptar y recuperar corriendo lo justo».

«Me gustaría ser como él»

El exseleccionador español Vicente del Bosque, durante el Mundial de Sudáfrica, en el que España se proclamó campeona, lo definió de forma más contundente: «Si yo fuera jugador, me gustaría ser como Busquets». Y luego añadió: «Lo hace todo bien. Es generoso. Se vacía defensivamente. Y, cuando él está bien, el fútbol se hace más fluido».

Es el tercer jugador del Barcelona con más partidos disputados (695). También es el futbolista de la selección en activo con más encuentros jugados (140) y el tercero en la historia. Y siempre desde la discreción, sin hacer mucho ruido, con humildad, pensando primero en el equipo, en el compañero, un prodigio de jugador que apenas ha estado en los podios de futbolistas destacados para ser premiados.

Palmarés individual y redes

Él solo tiene un Bravo logrado en el 2009, pero puede decir en voz alta que es campeón del mundo y de Europa con España, y que con el Barça conquistó 8 Ligas, 7 Copas del Rey, 6 Supercopas de España, 3 Champions, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundiales de Clubes. Muy poco aparece en las redes sociales. En Twitter tiene más de 426.000 seguidores y en Instagram suma 8,5 millones. Muy amigo de su actual entrenador, Xavi Hernández, el técnico que seguramente lo despedirá del Barça. Antes, Luis Enrique, le dará la oportunidad de retirarse por la puerta grande durante el Mundial de Catar.

«Será su último Mundial. Yo lo veo como siempre. Muchos dicen que ahora no corre tanto porque es mayor. No es verdad. Está fenomenal. Si tiene la confianza de Luis Enrique y él está tranquilo, para mí es insustituible por su talento y su personalidad. Hay que aprovechar su experiencia», considera Juan Manuel Asensi, exjugador del Barça y la selección.