Los errores de planificación, la continuidad de Borja Jiménez tras su fracaso, la fallida elección de Cano y el bajo rendimiento de la plantilla explican el varapalo
12 jun 2023 . Actualizado a las 13:07 h.El Deportivo seguirá un año más fuera del fútbol profesional. Lo hará por cuarta temporada consecutiva, tras aquel fatídico 2020 en el que no se le dejó pelear en igualdad de condiciones que sus rivales en la resolución ante el Fuenlabrada. Esta vez escribió la crónica de un fiasco anunciado. Tras comenzar mal y no ser capaz de ser líder en todo el año, la eliminación del play off es la puntilla. Un fracaso con muchos padres. Parte de una mala planificación del consejo de administración, que fijó unas líneas maestras erróneas; le sigue una secretaría técnica que se equivocó tanto en la elección de entrenadores como de muchos de los futbolistas; y los técnicos y los jugadores, que no estuvieron a la altura, quizá devorados por el pesco del escudo.
El arranque
Las secuelas que dejó el Albacete y las dudas sobre Borja Jiménez
El doble palo sufrido la pasada temporada, perdiendo una suculenta renta de puntos con el Racing de Santander en la batalla a dos por el ascenso directo y luego el play off ante el Albacete, con todo a favor, llenó de dudas la decisión de optar por un cambio de rumbo en el banquillo. Con el consejo dividido en sus opiniones, pesó más el informe favorable de la secretaría técnica del club, que se posicionó a favor de seguir con Borja Jiménez.
Doce incorporaciones y la compra de Mario Soriano
En donde sí hubo mucho movimiento fue en la confección de la plantilla. Además de comprar a Mario Soriano, tras su cesión del pasado curso, el Dépor firmó a doce jugadores más: Rubén Díez, Pablo Martínez, Ibai Gómez, Olabe, Gorka Santamaría, Raúl Carnero, Víctor Narro, Edu Sousa, Isi Gómez Kuki Zalazar, Alberto Retuerta y Max Svensson. Además, decidió a última hora inscribir a Yeremay con licencia del primer equipo.
Primeras jornadas
Siete partidos y despido de Borja Jiménez
El Deportivo comenzó la temporada una semana después que el resto de sus contendientes. El motivo fue la desinscripción del Dux Inter de Madrid de la Primera Federación. Tras ese contratiempo, afrontó siete encuentros teóricamente asequibles, en los que generó muchísimas más dudas. Tres sufridas victorias (2-1 al Linense, 0-1 al Mérida y 3-2 al Talavera), tres empates (en Riazor ante el Pontevedra; y fuera contra el Celta B y el Rayo Majadahonda) y una frustrante derrota (0-1 al San Fernando). Así las cosas, el 11 de octubre, con el equipo a siete puntos del líder, el club destituyó a Borja Jiménez como primer entrenador.
La etapa de cano
Los dos primeros meses, con altibajos, hasta tocar fondo en Badajoz
La secretaría técnica blanquiazul propuso a Óscar Cano como sucesor de Jiménez y el técnico andaluz comenzó su andadura con luces y sombras. Desde su debut ante el Linares (victoria por 2-1), el 16 de octubre, a la debacle de Badajoz, el 6 de diciembre, encadenó 4 victorias, 2 empates y 2 derrotas que dejaron al equipo a diez puntos del entonces líder, el Córdoba.
El mejor momento, con la llegada de Lucas Pérez
El Dépor acabó el 2022 bien, con dos triunfos seguidos ante el Racing de Ferrol y el Ceuta (a pesar de que varios futbolistas jugaron indispuestos por un virus gástrico). A la vuelta de las vacaciones navideñas, obtuvo su regalo de Reyes: el fichaje de Lucas Pérez, que decidió renunciar al dinero y al prestigio de jugar en Primera por ayudar al equipo de su ciudad. Con él en el campo, aunque el Dépor perdió en Alcorcón (3-1), los blanquiazules fueron limando puntos poco a poco con la cabeza. El 25 de febrero, tras golear al Badajoz (5-0), el equipo llegó incluso a dormir ese sábado como líder, aunque la jornada la acabaría finalmente como segundo, a un punto del Alcorcón. Tras 25 jornadas, los coruñeses contaban con seis puntos más que el Racing de Ferrol, el equipo que finalmente acabaría ascendiendo.
Cinco fichajes en el mercado invernal
Además de la novedad de Lucas Pérez, el Deportivo anunció en enero las bajas de Gorka Santamaría, Retuerta, Víctor Narro y Borja Granero. Ibai Gómez, firmado como incorporación estrella en verano, había renunciado a seguir incluso antes. A cambio, llegaron a Riazor: Kike Saverio, Arturo, Lebedenko y Pepe Sánchez.
La caída del equipo y el anhelado final de Óscar Cano
Los tres últimos meses de liga del Deportivo fueron malos. Sobre todo a domicilio. Desde aquel partido de Badajoz, Cano dispuso de once encuentros más, de los que solo ganó tres (2-0 al Celta B, 4-2 al Fuenlabrada y 1-0 al Ceuta). La derrota final en Linares (3-2), después de desperdiciar un 0-2, fue el punto final a las últimas opciones por el ascenso directo. Tras ese duelo, el club acordó su despido.
El final de temporada
Rubén de la Barrera y la última bala del «play off»
La salida de Cano el 15 de mayo supuso la vuelta a casa del hijo pródigo. Rubén de la Barrera cogió al equipo a falta de dos jornadas, cuarto clasificado, y a seis puntos del Racing de Ferrol. El técnico coruñés recuperó de nuevo la ilusión de una afición que había exigido la destitución del anterior entrenador, en repetidas ocasiones desde el partido de León (19 de marzo).
Nada más llegar, De la Barrera apostó por la gente de casa, dando minutos a Yeremay, a Mella y a Trilli y recuperando para la causa a Álex Bergantiños. La victoria ante el Castellón, en la ida de la semifinal (1-0), devolvió la alegría al seguidor coruñés. Pero finalmente el equipo quedó eliminado tras una agónica prórroga y deberá seguir esperando para regresar al fútbol profesional. Al menos, un año más.