Se convirtió en el futbolista más joven en debutar y en marcar con el combinado nacional, y el más precoz en 117 años en anotar con una selección europea
09 sep 2023 . Actualizado a las 12:07 h.Lamine Yamal ha llegado para quedarse. Mucho tiempo. El jugador destrozó los registros de precocidad en la selección española. Con 16 años y 57 días se convirtió en el futbolista más joven en debutar con el equipo y, también, en el más goleador. Además, es el jugador más precoz en 117 años que marca con una selección europea. «Me parecía muy bueno viéndolo por televisión, y trabajando con él te das cuenta del potencial y me parece aún mejor», reconoció De la Fuente en la previa del partido. Y este viernes, no defraudó.
Lamine Yamal, de padre marroquí y de madre ecuatoguineana, nació en el municipio de Espulgues de Llobregat. Sin embargo, su familia se trasladó a Rocafonda, uno de los barrios con la renta per cápita más baja de Cataluña (casi la mitad de las familias están en riesgo de pobreza) y que posee fama de ser muy conflictivo. Allí, el jugador del Barcelona se ha convertido en todo un ídolo para los —todavía más— pequeños. El cariño es recíproco. Así se nota en sus celebraciones. El español recrea con sus manos el número 304, los últimos tres dígitos del barrio.
En La Masia hablan de él como un chico tímido, centrado, que pasa desapercibido y que lleva los estudios siempre al día. Es más maduro de la edad que tiene y odia que le llamen solo Lamine (su nombre es compuesto y sus apellidos son Nasraoui Ebana). En su mente siempre ha estado el fútbol, y su progresión en el Barcelona ha sido imparable. Es el niño prodigio de la cantera. Destaca por sus regates y sus condiciones técnicas, y su proyección es absoluta. Además, tiene a Jorge Mendes como representante.
Este viernes fue un día histórico. Por la goleada —España logró su mayor goleada fuera de casa desde septiembre del 2017— y por el debut de Yamal. «Se ha visto que estoy muy satisfecho con la decisión, muy feliz. Yo creo que va a ser un camino muy largo junto a España y espero que ganemos muchas cosas juntos», aseguró tras el partido. El futuro de la selección está asegurado. Casos como el de Lamine Yamal, Gavi y Ansu Fati corroboran que el santo y seña de España es apostar por los jóvenes y romper récords de precocidad.
Yamal tuvo un debut soñado: marcó un gol e hizo historia. Apareció para cerrar una actuación coral de España. Porque esta selección ha pasado de la sequía al vendaval. Cuestionada por la falta de gol tras el Mundial de Catar, todos y cada uno de sus hombres de ataque demostraron estar a un nivel excepcional. El equipo funcionó colectivamente, y los jugadores de arriba fueron muestra de ello. Incluso el siempre discutido Álvaro Morata se marchó de Tiflis con un triplete, el primero con el combinado nacional en su carrera.
Fabián, que le ganó el duelo del once a Mikel Merino, no defraudó y firmó, seguramente, uno de sus mejores partidos con la elástica roja. Aunque se quedó sin ver portería —le regaló el gol a Morata—, hizo gala de su llegada constantemente. Aunque fue Dani Olmo quien dio una exhibición.