La Audiencia Nacional admite la querella de la Fiscalía contra Rubiales por delitos de agresión sexual y coacciones

Amador Gómez COLPISA

DEPORTES

KIM HONG-JI | REUTERS

El juez reclama las imágenes del beso a Jenni Hermoso «desde todos los ángulos» y el vídeo de la celebración del Mundial en el autobús de la selección

11 sep 2023 . Actualizado a las 23:41 h.

La Audiencia Nacional admitió este lunes a trámite la querella presentada por la Fiscalía contra Luis Rubiales, ya expresidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), por un delito de agresión sexual y otro de coacciones a Jenni Hermoso, como consecuencia de su beso no consentido y sus posteriores presiones a la futbolista campeona del mundo. La vía penal ya está pues abierta contra Rubiales, que se expone a una condena de entre uno y cuatro años de cárcel, aunque sustituible la pena de prisión en su grado mínimo por una multa.

El juez Francisco de Jorge, instructor de la Audiencia Nacional, ya ha comenzado a recabar vídeos del escándalo protagonizado por Rubiales durante la ceremonia de entrega de medallas del Mundial femenino, cuya final se disputó en Sídney el pasado 20 de agosto. Antes de citar a declarar a Rubiales como imputado y a Jenni Hermoso como víctima, como solicitó el pasado viernes la Fiscalía, el magistrado ha decidido, «por ahora», recopilar imágenes del momento del beso.

También ha solicitado el magistrado el polémico vídeo grabado en el autobús de la selección española tras la conquista del título del mundo. En el autocar, Jenni Hermoso y sus compañeras no dieron en principio importancia al hecho y bromearon sobre la actitud de Rubiales con la futbolista madrileña.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional ha solicitado a la Policía Judicial que recabe de RTVE «el vídeo o vídeos que tengan en sus archivos, que recojan el momento desde todos los ángulos en el que el querellado besa a la denunciante», así como «los minutos inmediatamente anteriores y posteriores al hecho». También el vídeo de celebración en el vestuario que tiene colgado en internet El País, el vídeo «de los momentos del beso y cualesquiera otros relacionados con estos hechos» publicado por el el diario deportivo As, y el ya mencionado de celebración en el autobús a La Vanguardia.

En el auto firmado por el juez Francisco de Jorge, el magistrado ha admitido la querella de la Fiscalía de la Audiencia Nacional «por la presunta comisión de un delito de agresión sexual y un delito de coacciones», sancionado este último con una pena de entre seis meses y tres años de cárcel. El Ministerio Fiscal considera que Rubiales cometió ambos delitos castigados con prisión en el Código Penal, el primero de ellos y más grave, por dar un beso en la boca a la futbolista, mientras «agarraba con las dos manos la cabeza de Jenni Hermoso sin el consentimiento de esta».

El presunto delito de coacciones lo cometió Rubiales porque, según refleja la Fiscalía en su querella, inmediatamente al beso, «la jugadora, así como su entorno más próximo (familia y amistades), sufrió una presión constante y reiterada por parte del señor Rubiales y el entorno profesional de este». Tal y como destaca el Ministerio Público, el dirigente que dimitió de su cargo la noche del domingo, lo hizo «con la finalidad de que, públicamente justificara y aprobara el acto cometido contra su voluntad; sufriendo Jenni Hermoso una situación de hostigamiento, en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente».

Un «verdadero clamor social»

El magistrado de la Audiencia ya ha dado traslado de la querella presentada el pasado viernes por la Fiscalía a Rubiales, tras la denuncia formal de Jenni Hermoso, «para pleno conocimiento de los hechos imputados y efectivo ejercicio del derecho de defensa con todas las garantías procesales». Cuando Rubiales presentó el domingo su renuncia a la presidencia de la RFEF siguió sin arrepentirse de su actitud ni hacer autocrítica, ya que insiste que su beso a Jenni Hermoso fue consentido, se considera víctima de una campaña de acoso y derribo y se muestra convencido de que «la verdad prevalecerá». «Hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta», aseguró el domingo Rubiales.

Antes de hacerse pública la admisión a trámite de la querella, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, se congratuló del adiós de Rubiales y reconoció que «había un verdadero clamor social y en las estructuras del deporte y del fútbol español», aunque lamentó que su renuncia haya llegado tarde (tres semanas después del escándalo planetario). «Si hubiera dimitido antes nos hubiéramos ahorrado algunos problemas todos», apuntó el ministro en funciones, partidario de que, para romper con todo lo que supone Rubiales y llevar a cabo «una reestructuración profunda», sea una nueva asamblea de la RFEF la que elija al nuevo presidente federativo a principios de 2024, «aunque lo tendrá que decidir la propia Federación».