Los clubes de LEB Oro suelen cambiar sus plantillas en profundidad, mientras que el club coruñés, que arrasa en el inicio, hizo un esfuerzo por la continuidad
23 oct 2023 . Actualizado a las 19:17 h.La actividad en el mercado de fichajes en los equipos de la LEB Oro de baloncesto se suele caracterizar, cada verano, por tener un elevado volumen de cambios. Es habitual que los equipos renueven en profundidad sus plantillas y, algo mucho menos corriente, ver cómo el grueso de un vestuario se mantenga de un año a otro. El Leyma ha comenzado como una apisonadora con el mismo bloque: suma tres victorias en tres partidos, con récord histórico en la categoría con el triunfo por 119-90.
Pablo Hernández, Sebastian Aris, Sean McDonnell, Goran Huskic y Beqa Burjanadze —que regresa al club siete temporadas después— son las caras nuevas del conjunto coruñés, frente al grueso de una plantilla, formada por: Ingus Jakovics, Álex Hernández, Olle Lundqvist, Aleix Font, Yunio Barrueta, Alejandro Galán y Atoumane Diagné, que continúan vistiendo de naranja. Un lujo en los tiempos que corren y que demuestran la confianza de la directiva en el proyecto viendo la ingente cantidad de movimientos producidos en el resto de plantillas.
La prueba del frenético movimiento esta campaña en otros clubes de la LEB Oro la demuestran equipos llamados a estar en la parte alta de la tabla, peleando por el play-off de ascenso a la ACB y cuyo proyecto comienza de cero. Es el caso del Fuenlabrada, con diez fichajes y ninguna renovación, el recién descendido Betis, con solo una alta y doce caras nuevas. Lo mismo ocurre con el San Pablo Burgos, que solo contará para este curso con la continuidad de Gonzalo Corbarán y de Álex Barrera, mientras que el resto del conjunto (9) son recién llegados. El COB y el Melilla forman parte también de esa lista de entidades completamente nuevas, sin ninguna renovación y con 12 y 11 fichajes, respectivamente.
El Valladolid, otra excepción
Dentro de esa tónica habitual cada temporada, destacan también clubes cuyo movimiento es a la inversa. Que apuestan por la continuidad del bloque. Ese es el caso del Leyma Básquet Coruña. La entidad naranja, con siete renovaciones y cinco caras nuevas, destaca, junto al Valladolid, por primar el feeling entre jugadores, y realizar una apuesta por el proyecto. Pero no es tarea sencilla.
Muchas veces, los aficionados se preguntan por qué hay tanto movimiento de fichas cada temporada. Fichajes por solo una campaña, jugadores que regresan a un mismo club varios años después.... Un cambio continuo de cromos que, muchas veces, llama la atención en la grada.
Existen varios factores para entender este funcionamiento. Para empezar, es una fórmula muy extendida en la idiosincrasia del baloncesto. Una proyección cortoplacista, año a año, de cada proyecto. Esto está influido, en muchos casos, por la inestabilidad económica de los clubes. La falta de ingresos asegurados a dos temporadas vista también obliga a realizar contratos más cortos y que suponen menos riesgo. Muchos no pueden arriesgarse a firmar una vinculación larga a un jugador sin estar seguros de su rendimiento.
El baloncesto, en comparación con el fútbol, es un deporte donde una individualidad es mucho más importante y hay muchos menos puestos en plantilla. Por lo tanto, los equipos prefieren atarse menos a jugadores. Por otra parte, los mejores también están también interesados en no atarse demasiado a un club por si surge una oportunidad mejor.
La clave de la fiscalidad
Otro de los elementos que motivan esta filosofía tan instaurada se debe al cambio de fiscalidad, es decir, lo que cada club paga por sus jugadores, y que afecta, fundamentalmente, a los extranjeros.
El pago del IRPF por parte de los clubes varía entre el 19 % y el 24 %, de acuerdo al tipo de ingresos y al país donde resida el jugador. Mientras que, en caso de renovación, a partir del segundo año, tributa por encima del 40%, lo que supone un mayor coste para el club.
Si a eso añadimos que los jugadores de otros países cobran en España en neto, eso supone que, de la primera a la segunda temporada el coste para el club de un mismo jugador, con una misma ficha, se eleva en unos cuantos miles de euros, tal como explican desde varios clubes.
Bajo todos estos elementos, es más destacable, si cabe, el proyecto del Leyma Básquet Coruña de cara a la vigente temporada. Tras varios cursos clasificándose para la pelea por el ascenso a la ACB, el equipo entrenado por Diego Epifanio ha demostrado su apuesta por lograr el objetivo de llegar a la máxima categoría.
La entidad coruñesa, con siete renovaciones, destaca en este aspecto sobre el resto de clubes de la LEB Oro. Tan solo el Valladolid iguala la cifra de jugadores que permanecen en la entidad. También el Menorca, recién ascendido desde la LEB Plata.