Un periplo de 24 horas para ver el España-Francia en Múnich: «Nos fuimos sin nada desde A Coruña, pero conseguimos entrar en el estadio»
DEPORTES
Tres coruñeses se liaron la manta a la cabeza el domingo y cogieron el coche rumbo a la Eurocopa. Finalmente lograron asistir a un partido histórico que, gracias a ellos, tuvo impronta deportivista
10 jul 2024 . Actualizado a las 13:07 h.El cóctel de juventud, vacaciones, pasión por el fútbol y adrenalina hizo que Sergio y dos amigos se liasen el domingo la manta a la cabeza, o más concretamente, la bandera del Dépor. Dos días antes de que España se jugase el pase a la final de la Eurocopa contra Francia, este coruñés fue a cenar a casa de unos amigos como cualquier fin de semana, con la diferencia de que tres de sus colegas tenían un billete de avión a Basilea para ver el partido de la selección en Múnich. El viaje parecía cansando, pero no tanto como el que finalmente realizaron Sergio y otros dos chicos, que tentados por un momento que se avecinaba histórico —o simplemente por el FOMO, esa sensación que la generación Z define como el miedo a perderse algo—, decidieron que esa noche cogían el coche y se iban a Alemania.
«No lo pensamos mucho, nos insistieron nuestros amigos y dijimos: "Ahora o nunca". Así que pasamos rápido por casa para coger un par de cosas y a las doce de la noche estábamos ya de camino», cuenta este joven. El grupo, que tiene entre 27 y 29 años, está al completo de vacaciones, así que no tenían compromisos laborales que les impidieran lanzarse a la aventura. «Tardamos exactamente 24 horas en llegar. Fue cansado, claro, pero fuimos haciendo turnos: uno conducía, otro iba con Google Maps y el otro, atrás durmiendo». Todo esto sin pase para entrar en el estadio, pero les merecía la pena, aunque fuera, estar en la Fan Zone.
La suerte estuvo del lado de estos futboleros, y tras mucho refrescar la página web de la UEFA, consiguieron tres entradas. «Tuvimos suerte porque además estábamos en el lado de Francia, así que vimos los goles de la mejor forma. Fue increíble». Sergio, que ante todo se reconoce deportivista, no dudó en plantarse en el Allianz Arena con la camiseta y la bandera de su equipo local, y así se paseó con orgullo por toda la ciudad.
Ante la posibilidad de quedarse hasta el domingo para ver la gran final, que se celebrará en Berlín, Sergio es —de momento, es decir, en la mañana de este miércoles—, tajante. «Son cinco días más aquí; no, no, nos vamos en unas horas». Sin embargo, reconoce que uno de sus amigos, eso sí, de los que llegaron por aire a Alemania, quiere prolongar el viaje. «Nos está intentando liar...». Continuará.