Resistencia e ingenio para hacer 3.000 kilómetros por el desierto en una chatarra: «Tivemos que reparar o cárter cunha lata de refresco e soldadura en frío»

Iván Díaz Rolle
IVÁN ROLLE BURELA / LA VOZ

DEPORTES

José Ángel, a la izquierda, y Aitor, los mariñanos que compitieron en el Chatarras Raid.
José Ángel, a la izquierda, y Aitor, los mariñanos que compitieron en el Chatarras Raid.

Los mariñanos José Ángel Sánchez y Aitor Gómez completaron el Chatarras Raid en Marruecos en un Volkswagen Beetle de 1999

10 nov 2024 . Actualizado a las 11:37 h.

Resistencia, habilidad e ingenio. Son solo algunas de las cualidades que demostraron Aitor Gómez (Burela, 34 años) y José Ángel Sánchez (Cervo, 43) para superar 3.000 kilómetros por el desierto en Marruecos a bordo de un Volkswagen Beetle de 1999. Su aventura en el carismático Chatarras Raid —una especie de Dakar para coches con más de 10 o 15 años, según la categoría—, comenzó casi de broma en una conversación «tomando algo con máis amigos», implicó la donación de material a organizaciones humanitarias y los llevó a vencer seis «duras etapas de nove ou dez horas» entre Tánger y Marrakech.

«O coche comportouse moi ben e os poucos problemas que deu foron por correr, por querer ser competitivos», apuntaron sobre un vehículo comprado hace un año y preparado para la ocasión por ellos mismos —ambos son mecánicos—, que vivió su punto más crítico en la penúltima jornada. «Petamos cunha pedra no fondo e rompeu o cárter. Dixéronnos que a asistencia ía tardar, así que nos puxemos a arranxalo nós. Pasamos catro horas traballando a 32 graos e reparámolo cunha lata de refresco e soldadura en frío. Despois esperamos que secase comendo unha fabada e chegamos á meta ás 17.58, cando pechaba ás seis da tarde», explican.

Su Volkswagen Beetle de 1999 resistió 3.000 kilómetros por el desierto en Marruecos.
Su Volkswagen Beetle de 1999 resistió 3.000 kilómetros por el desierto en Marruecos.

Tras días durmiendo acampados, poco protegidos de los bruscos cambios de temperatura, en régimen de autosuficiencia y sin más guía que una brújula y un libro de ruta, comenzando a rodar temprano por la mañana, este viernes terminaron el Chatarras Raid en el puesto 90 entre casi 250 equipos en liza. «Estamos moi contentos de como saíu», detallan sobre una carrera con velocidades muy controladas. «En pistas podíamos chegar a cen por hora, noutros sitios o límite eran 80. Hai acantilados, zonas perigosas...», cuentan.

«O mellor é o compañeirismo. Coñecimos un montón de xente á que tamén lle encanta o motor de España, Portugal, Francia...», destaca Aitor. «E as paisaxes», añade Aitor, que por fin llegado a la meta en Marrakech puede disfrutar de las espectaculares temperaturas. «Estamos na piscina do hotel, descansando. Temos 30 graos e está nubrado», dice antes de iniciar este sábado el viaje de vuelta a A Mariña para completar 6.000 kilómetros durante los últimos días en su Volkswagen Beetle de 25 años. 

Tras su grata primera experiencia competitiva, Gómez y Sánchez no descartan repetir, aunque con otro coche y en unos cuantos años... «Vir supón un montón de cartos», reconocen.