Con lo que se jugaba el Madrid, sobre todo teniendo en cuenta cómo venía y que el Atalanta era un rival difícil, la victoria es digna de alabar. El conjunto italiano me sorprendió. Es muy fuerte, puede jugar en profundidad, meterse atrás, es bueno defendiendo...
Los grandes jugadores del Real Madrid tuvieron que definir arriba. Mbappé, Bellingham, Vinicius y compañía decidieron. Y es que, atrás, se siguen cometiendo despistes. A veces porque se relajan un poco y, otras, porque no pueden contra rivales fuertes. Tienen que mejorar defensivamente en su conjunto y en su área. El ejemplo más claro fue el de la banda derecha blanca, la de Lucas Vázquez. Lookman lo volvió loco en el uno contra uno. La mayoría de los ataques llegaron por ahí.
Además, también fue decisivo Courtois. Le marcaron dos goles, pero en ninguno pudo hacer nada. En las demás paradas tuvo muchísimo mérito. El belga no puede tener tanto trabajo ni ser tan decisivo. La labor de un portero tiene que pasar desapercibida, y estamos hablando de que él es el mejor muchas veces.
También hay que hacer distinción a parte de Mbappé. Después de unos partidos en los que mentalmente no estaba y en los que cometía errores que no son dignos del talento que tiene, ayer salió muy enchufado. El gol que marcó es uno de crac: utilizó el control orientado para el regate y fue muy contundente en este. Veremos qué sucede con su lesión, pero tanto el gol como la jugada del mismo le han venido muy bien. Mbappé empieza a crecer.