Con la permanencia en juego, el equipo masculino se enfrenta al Unicaja Almería y el femenino recibe al Kiele Socuéllamos
07 mar 2025 . Actualizado a las 15:22 h.El Arenal Emevé lanza un último llamamiento en busca de apoyo para la decisiva jornada que le espera este sábado en el Pabellón Municipal de Lugo. En otra maratoniana sesión de vóley, los representantes lucenses exponen su futuro en la élite con sendos partidos en los que esperan que el aliento de la grada les empuje hacia la tan necesaria victoria.
El primer pase será a las 17 horas, con la salida a escena de un conjunto masculino contra las cuerdas y que recibe a un Unicaja Almería acomodado en la zona tibia de la clasificación. Penúltimos con cinco puntos menos que el Tarragona —solo quedan seis en juego—, los pupilos de José Valle precisan una victoria por 3-0 o 3-1 y que los tarraconenses no puntúen frente al Grupo Rafael Afonso San Roque para llegar con vida a la jornada final. «Tenemos que ganar sí o sí. Sería maravilloso salir de esta jornada aún con opciones. Con los cruces que le quedan a Tarragona, si somos capaces de ganar 3-0 o 3-1, francamente creo que podríamos tener una mínima opción en Melilla. El Unicaja acaba de reforzarse y es un equipo complicado donde los haya», señala el preparador local.
A las 19.30 horas arrancará el pulso del Arenal Emevé femenino, que comparte puntuación con el Madrid Chamberí, también a falta de dos jornadas en la Liga Iberdrola, y que se enfrenta con el Kiele Socuéllamos, octavo clasificado. Si las Loitadoras cosechan los tres puntos —o lo que es lo mismo, ganan por 3-0 o 3-1— y las madrileñas no puntúan ante el Sayre, las lucenses certificarían su permanencia matemática. Con cualquier otro desenlace, la plaza de descenso que falta por asignar se decidiría en la última jornada. «Hemos trabajado mucho para contrarrestar su ataque y para estabilizar nuestro saque y recepción. Es un partido súper importante en el que necesitamos el apoyo de todos nuestros aficionados y que nuestras jugadoras estén a tope», indica Higinio Artiles, el preparador de las lucenses.