La deportista gallega, que ahora se centra en recuperar su tocada rodilla, proclama su ambición después de colgarse la medalla y de cara a un verano con otro mundial
23 mar 2025 . Actualizado a las 22:38 h.Ana Peleteiro recogió ayer su medalla de bronce con una sonrisa de oreja a oreja. Quería despedir la temporada invernal de triple salto desde el podio y lo consiguió por partida triple: oro en el Nacional y en el Europeo, y tercera posición en el mundial. Pero la gallega quiere más: «Hay que cambiar el bronce, hay que apuntar más alto», comentó entre risas mientras celebraba el éxito en compañía de su inseparable Fátima Diame, que también se hizo con el bronce en lo longitud.
Peleteiro regresa de China con todos los deberes hechos y con su colección de medallas ampliada y lo hace con una premisa: recuperar del todo su rodilla de cara a la temporada al aire libre. «Hemos tenido que luchar toda la temporada con la molestia en la rodilla, ayer (por el sábado) llegaba muy al límite, estaba cansada tanto físicamente como mentalmente por el Europeo y ya no me daba más. Creo que lo único que me activaría es que me hubiese adelantado Thea Lafond», comentó en declaraciones a la Federación Española.
Ana ya tenía decidido parar, como mínimo una semana, pero está dispuesta a invertir el tiempo necesario para recomponer de todo la rodilla. Lo bueno de está atípica temporada es que todo queda muy lejos, tanto en Nacional al aire libre de agosto como el Mundial de Tokio de septiembre. Lo más cercano señalado en rojo es el Europeo de selecciones que se celebrará en Madrid a finales de junio, en el que la de Ribeira ejercerá de faro del atletismo español.
Una de las incógnitas de cara al verano aparece en la técnica de batida. Ana Peleteiro estaba decidida a iniciar el cambio para saltar con la pierna izquierda, pero las molestias que aparecieron en el primer mitin del año le aconsejaron volver a hacerlo con la pierna derecha. Esa dolencia y los resultados obtenidos con el método tradicional quizás inviten a pensar en la continuidad con la derecha.
Lo que confirmó el invierno es que el cambio de entrenador, de residencia y de centro de entrenamiento le han sentado de maravilla a la reina del atletismo español, que se muestra feliz en Galicia con la planificación de Benjamin Compaoré y con su manera de diseñar la temporada. También con el perfeccionamiento de la técnica, que le permite sostener la velocidad durante más tiempo. En Nanjing superó los 33 km/hora en el pasillo en cinco de sus seis intentos.
Además, la barbanzana ha hecho gala de una gran regularidad en los saltos, casi siempre por encima de los 14 metros, otro indicativo que está en el buen camino para ampliar su colecciones de metales dentro de unos meses.
Peleteiro disfrutó en Nanjing, además, del podio de su compañera de habitación en la concentración de la selección española, Fátima Diame, bronce en la prueba de salto de longitud.