








Unas semanas después de ganar el título europeo, la triplista gallega se luce con un brillante tercer puesto en el Campeonato del Mundo en pista cubierta de China
22 mar 2025 . Actualizado a las 17:23 h.Ana Peleteiro conquistó en el Mundial de pista cubierta de Nanjing su novena medalla en una gran competición. En esta ocasión fue de bronce con un mejor salto de 14,29 metros, distancia que saltó en dos ocasiones consecutivas en la final de triple salto. A la gallega tan solo la superaron las dos mejores del año, las cubanas Leyanis Pérez Hernández, campeona del mundo con 14,93 metros y Liadagmis Povea que fue plata.
Seria, remangada y lanzando besos a la cámara, así compareció Ana Peleteiro en la final del triple salto del Mundial de pista cubierta de Nanjing. La gallega comenzó el concurso con un salto de 14,24 metros después de alcanzar una velocidad máxima superior a los 33 kilómetros en el pasillo. Ese registro, que le dejó con un rictus serio en una primera ronda en donde los cubanas presentaron su candidatura al oro. Leyanis Pérez saltó 14,93 metros y su compatriota Liadagmis Pérez se fue hasta los 14,56.
Ana comenzó la segunda ronda en la tercera posición por detrás de las dos cubanas. En su segundo salto la barbanzana superó su primer intento con cinco centímetros (14,29) después de dejarse ocho centímetros en la tabla. En ese momento tenía la plata a 28 centímetros.
En el tercer intento, calcó los 14,29 y los ocho centímetros de margen en la tabla, todos sus saltos fueron muy similares, con las dos cubanas por delante y con la sueca Maja Askag amenazando por detrás al convertirse en la cuarta concursante que superaba los 14 metros, por un centímetro.
Pasado el corte de la mejora y cambiando el orden de salto, Ana Peleteiro protagonizó su intento más corto (14,02). Fue en este cuarto intento cuando Thea Lafond, la campeona olímpica, y que llegaba a la cita sin marca, dio señales de vida con 14,01 convirtiéndose en amenaza para la gallega. En el quinto intento la reina del atletismo español, voló 14 metros y 10 centímetros y mantuvo el codiciado tercer puesto a expensas de la ronda final. Llegado el momento definitivo, Thea Lafond subió sus prestaciones pero se quedó con los 14,18 y la sueca Askag hizo nulo, lo que significaba que la gallega ya tenía la medalla asegurada. Su último intento fue un nulo.
Su novena gran medalla internacional
La primera gran medalla de Ana Peleteiro en el ámbito internacional en categoría absoluta (había sido campeona del mundo júnior) llegó en un Mundial bajo techo, en el de Birmingham, el 3 de marzo del 2018. Allí se hizo con el bronce en un concurso en el que saltó 14,40 metros. Tenía 22 años y se convirtió en la medallista más joven de la historia del atletismo español. La deportista gallega llegaba a Inglaterra con la quinta mejor marca de todas las concursantes, y aquella fue su presentación en sociedad. «Creo que es el inicio de algo grande», comentó a La Voz pocos días después; y acertó de pleno. Porque cinco meses después, en agosto, conquistó su primer bronce al aire libre. Fue en Alemania, en el campeonato continental al aire libre, con un salto de 14,44 metros. La progresión de los casi dos años que llevaba trabajando con Iván Pedroso, el gurú de su modalidad, en Guadalajara, era evidente. Su trabajo daba sus frutos.
Un año después, confirmó que su idilio con el podio en los grandes campeonatos ya era un hecho y, llegado el Europeo de pista cubierta, en Glasgow, dio su salto al oro. Ana elevó sus prestaciones hasta los 14,73 metros, batiendo un récord de España que estaba anclado desde hacía doce años. Lo ostentaba Carlota Castrejana, en aquella ocasión, jefa de expedición en la competición en Escocia.
Otro Europeo bajo techo, el de Torun, en Polonia, significó su puerta de entrada a la competición tras el largo confinamiento por la pandemia. En esa ocasión, en los primeros meses del 2021, se colgó una plata. Aquello fue un aperitivo para lo que sucedería en el mes de agosto en Tokio, cuando Peleteiro fue capaz de derribar otra barrera y subir al podio olímpico. Lo hizo en la tercera posición, con su mejor marca de todos los tiempos: 14,87 metros. Ese día, batió dos veces el récord de España, alimentando su condición de grandísima competidora, que se crece en las ocasiones importantes.

Después llegó el parón por su maternidad, pero mamá Peleteiro volvió a entrenar en el 2023 con el mismo gen competitivo de antes, y en el 2024 subió al podio por partida doble. Primero, en el Mundial de pista cubierta de Glasgow, su ciudad talismán, colgándose un bronce; y después con el título de campeona en el Europeo al aire libre de Roma. En Escocia se hizo con el tercer con un salto de 14,75 metros, una excelente marca pese a haber estado durante una larga temporada inactiva, pero nunca parada, ya que no dejó de ejercitarse. En la capital italiana, se colgó el oro saltando 10 centímetros más (14,85) y demostrando un dominio incontestable en todo el concurso.
Tras su puesto de finalista en los Juegos de París, en una prueba en la que nunca estuvo cómoda bajo el aguacero que cayó ese día sobre el estadio, en el 2025, extendió su reinado continental. De nuevo en la pista corta ganó en Apeldoorn la medalla de oro con un monólogo de principio a fin y con un salto de 14,37 metros que le hizo tomar impulso de cara al mundial de China.

«Me molestaba la rodilla y estuve todo el rato luchando con los monstruos, estoy contenta»
Ana Peleteiro se mostró feliz con su novena medalla, especialmente porque las molestias en la rodilla condicionaron el concurso: «Tuve muchas molestias desde el principio de la competición luchando todo el rato contra los monstruos. Creo que incluso pequé de novata y tendría que haber pasado del quinto intento para hacer un buen sexto pero quería luchar por más. Sabía que el oro estaba lejos porque me dolía la rodilla pero creía que la plata la podía atacar, pero estoy contenta. Hace un mes ni me lo habría imaginado porque pensaba que no iba a poder ir al Europeo».
La atleta gallega confesó que no pensaba en su rivales, sino en su buscar el mejor salto posible: «No estaba pensando en las demás, solo en hacer un buen salto, sabía que lo podía hacer, pero como me molestaba un poco la rodilla lo que era la carrera de impulso era un poco diferente a lo que suelo hacer. Las competiciones son para coger medallas y eso es lo que hecho, las marcas ya llegarán y el verano lo vamos a preparar muy bien», porque según sus propias palabras «he hecho una pista cubierta casi sin preparación y no puedo pedir más, ahora lo que quiero es acabar de tratarme y no estar todos los días con Voltaren. En Tokio voy a estar con mi mejor versión, fina competente y con mil ganas».
La gallega agradeció el seguimiento que tuvo su concurso: «Soy afortunada de que siempre me toque un buen horario en España, que la gente estaba pendiente viéndome con su pinchito y su cervecita, yo he disfrutado con la competición».