El nuevo plan industrial de la Fábrica de Armas podría aplicarse en el plazo de un año Las consellerías de Industria y Traballo buscarán fórmulas para apoyar el proyecto
20 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Los directivos de General Dynamics presentaron ayer a los conselleiros de Industria y Traballo la propuesta de futuro para la Fábrica de Armas de A Coruña, que habían adelantado el lunes al comité de empresa. Los responsables del Gobierno gallego acogieron con interés los planes de la multinacional norteamericana y se comprometieron a apoyarlos, incluyendo el traslado a otras instalaciones más modernas que las actuales. El proyecto para la factoría coruñesa de Santa Bárbara se basa en la potenciación de la actual línea de fabricación de armas ligeras y, de forma especial, en la incorporación al sector aeronáutico. Según los documentos entregados a la Xunta, la fábrica formaría una alianza con ITP (Industria de Turbo Propulsores), una firma puntera a nivel mundial con sede en Vizcaya y participada al 46% por Rolls Royce. Entre otros productos, se elaborarían componentes y subconjuntos para tres motores diferentes de Rolls Royce, que se utilizan en el Airbus. Rifles deportivos En cuanto a las armas ligeras, el plan recoge la fabricación de pistolas, bayonetas, ametralladoras y, como novedad, la elaboración y montaje de rifles y pistolas para uso civil y deportivo, en colaboración con la empresa Ardesa. Asimismo, se propone ubicar en el centro industrial un parque de mantenimiento y material de artillería. El comité de empresa pidió el apoyo económico de la Xunta, la SEPI y el Ministerio de Defensa para poner en marcha estos proyectos y, al menos, mantener los 217 empleos directos que existen en la actualidad. El conselleiro de Industria, Fernando Blanco, se comprometió a estudiar el proyecto y a abordarlo con más detalle en una próxima reunión, mientras que el responsable de Traballo, Ricardo Varela, se mostró muy optimista, ya que, afirmó, «se trata dunha diversificación interna dun grande valor engadido e innovación tecnolóxica, que lle reportaría a Galicia participar nun dos sectores tecnolóxicamente máis avanzados e en continua evolución, tanto no ámbito civil como no militar». Más plantilla Varela estima que la producción especializada para la industria aeronáutica podría incluso conllevar un aumento de la plantilla del 20 o el 30% en los próximos años, y se ofreció para colaborar y mediar ante otras Administraciones. «Parece que o plan conta cun consenso e un acordo amplo dos sindicatos na fábrica e polo tanto, se precisa do apoio e intermediación da consellería con outras institucións, como pode ser o Ministerio de Defensa ou o Concello da Coruña, estamos en disposición de colaborar para manter esa actividade e incrementala no futuro», señaló. Los representantes de General Dynamics detallaron que el plan puede ponerse en marcha en el plazo de un año, y el conselleiro de Traballo resaltó que el programa garantiza la continuidad de una industria «da que houbo serias dúbidas do seu mantemento». Desarrollo «É unha empresa moi importante para A Coruña e tamén para Galicia -añadió Ricardo Varela-. Temos interese na concreción do deseño, por parte da empresa, da carga de traballo respecto aos productos tradicionais, ao armamento lixeiro, ao armamento medio e aos blindados, e todo o que lle da o seu peso a Santa Bárbara, pero tamén estamos moi interesados na nova liña que se abre na industria aeronáutica, na industria de motores para a aviación, onde esta empresa pode sentar en Galicia unha primeira célula para o desenvolvemento industrial tecnolóxico dentro dunha área tan pequena como é a aeronáutica». El presidente del comité de empresa, Roberto Teijido, apunta que el proyecto resolvería la situación de una factoría que languidece desde hace años, por lo que espera que las Administraciones le proporcionen el impulso que se solicita. La planta coruñesa de Santa Bárbara produce en la actualidad armas ligeras como rifles y ametralladoras, y participa en los programas Leopard y Pizarro del Ministerio de Defensa, pero la ocupación ha caído a tan sólo el 30% de su capacidad.