El apetito inversor por las materias primas coloca el oro a un paso de los 1.200 dólares

ECONOMÍA

El metal se convierte en refugio seguro ante la amenaza de un período de inflación

29 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Las materias primas vuelven a pesar, y mucho, en las decisiones de inversión. Tanto que se han convertido en una dura competencia para la bolsa: las revalorizaciones acumuladas por algunas de ellas, como el petróleo o el oro, superan con creces a las nada desdeñables subidas atesoradas por los parqués a lo largo del ejercicio.

Del apetito de los inversores por las commodities dan buena cuenta los 55.000 millones de dólares (unos 36.700 millones de euros) que, según Barclays Capital, han captado estos mercados en este 2009, cifra que deja pequeño el récord alcanzado hace tres años (51.000 millones de dólares) y que, según los expertos del banco británico, será de 60.000 millones cuando acabe el ejercicio. Con esta inyección, la cifra total invertida en materias primas se elevaría a la friolera de 240.000 millones de dólares (unos 160.000 millones de euros). Y eso que cada vez son más numerosas las advertencias sobre una posible burbuja pronta a estallar en este frente. La clave de esa entrada de fondos, según los expertos, pasa por las expectativas de mayor inflación: ante la amenaza inflacionista, los inversores prefieren poner su dinero a salvo de pérdidas de valor colocándolo en aquellos activos más seguros. No hay que olvidar tampoco la debilidad del dólar, -atribuida por los analistas a la todavía poco consistente recuperación económica-, circunstancia que abarata considerablemente el coste de apostar por las commodities .

Récord sobre récord

Sea como fuere, en medio del festival alcista de las materias primas hay una que brilla con luz propia: el oro, que en los últimos tiempos no ha hecho otra cosa que sumar un récord tras récord. El último de ellos, esta misma semana, cuando se situó ya cerca de los 1.200 dólares por onza.

Detrás de la fulgurante escalada del metal precioso subyace también el hecho de que bancos centrales de países como Rusia, China, la India o Sri Lanka están comprando oro para diversificar sus reservas, en las que el dólar sigue siendo el rey indiscutible, y protegerse de la pérdida de valor de la divisa estadounidense. Con todo, la onza de oro vale a día de hoy un 30% más que hace un año y su revalorización supera el 200% desde que comenzó la década.

Tras esta espectacular subida, no es de extrañar que algunos analistas consideren que la fiesta podría estar acercándose a su fin. Entre ellos, los de Goldman Sachs, que ven la cotización del preciado metal en el entorno de los mil dólares dentro de un año.

La trayectoria del petróleo es otro ejemplo perfecto de la pujanza de las materias primas. En el caso del oro negro, la revalorización acumulada en lo que va de año se acerca al 70%. El barril de brent cerró el viernes en Londres ligeramente por encima de los 77 dólares, frente a los poco más de 45 a los que se pagaba a finales del 2008.