El FROB desvelará mañana las condiciones de la venta NCG, a solo 5 días de cerrarla

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La primera fase, que acaba el lunes, decidirá el comprador si la mejor oferta es 200 millones superior a las siguientes

11 dic 2013 . Actualizado a las 17:26 h.

En la recta final del proceso de privatización de Novagalicia (la subasta para que el Estado deje de ser su propietario), a escasos seis días para que se cierre la primera vuelta, hay muchas incógnitas sobre la mesa, y algunos caminos marcados por el FROB que contravienen esos buenos propósitos de proceso «transparente» y «no discriminatorio» que ha proclamado la Administración central. Algunas de esas incógnitas se van desvelando, pero la mayor -el tratamiento de las bonificaciones fiscales- sigue en el aire. Estos son algunos de los interrogantes y cómo influyen en los posibles compradores.

¿Se han fijado las condiciones del proceso?

No. Sorprendentemente, no. El FROB -el fondo de rescate dueño de Novagalicia- no desvelará hasta mañana jueves todos los detalles de la venta, a escasos 5 días para cerrar la primera vuelta, la que podría desvelar un comprador, o abrirse una segunda fase. El principal dato que necesitan conocer los hipotéticos compradores es el impacto que pueden tener las bonificaciones fiscales, es decir, los llamados activos fiscales diferidos, que acaba de regular el Gobierno. Algunas fuentes estiman que suman 4.600 millones, la mitad de ellos computables como capital de máxima calidad. Los bancos españoles (BBVA, Santander y Caixabank) son los que más podrían beneficiarse por esas bonificaciones. Banesco y los fondos extranjeros, en cambio, solo podrían acceder -por tamaño- a unas bonificaciones de 2.000 millones. Los fondos, además, tienen que poner capital por delante, entre 700 y 800 millones, para poder concurrir.

¿Cómo se decide la primera vuelta?

Fuentes conocedoras del proceso calculan que si la mejor oferta supera en 200 millones a la segunda, se adjudicará el lunes 16, automáticamente. Si no es así, se abriría una segunda fase con derecho a igualar. Es, entienden algunos participantes, injusto porque prima a quien presentó una oferta a la baja. En todo caso, las fuentes consultadas no han sabido aclarar si el cálculo de esos 200 millones suma ayudas, bonificaciones...

¿El comprador puede temerse sorpresas?

Esa es la idea que están trasladando algunos bancos españoles para pedir que el FROB habilite algún tipo de ayuda, algo que descarta la Comisión Europea (la que en último término ha de validar la compra). NCG tiene varios procesos judiciales abiertos (el conflicto con Aviva, las preferentes...) en los que se juega al menos 500 millones de euros. Sin embargo, los que conocen el proceso sostienen que esos casos «no afectarán al comprador». Sin desvelar más por motivos de confidencialidad.

¿Y se puede cambiar la hoja de ruta que trazó Bruselas para NCG?

Este es otro punto de conflicto. Al inyectar casi 5.500 millones del rescate bancario en NCG, Bruselas impuso un severo ajuste de tamaño cierre de oficinas y despidos. E impedía al banco una serie de políticas comerciales, veto al reparto de dividendos... Todo ello sigue vigente. «La hoja de ruta la tiene que respetar el comprador», dicen fuentes financieras. Es decir, se tiene que seguir el proceso de desinversión y concentración del negocio en Galicia; aunque ya se han hecho cierres, se tendrían que hacer más. Esto no supone problema para la banca española, que de por sí tendría que hacer esos cierres por duplicidades. Un ejemplo: BBVA al comprar Unnim, un banco rescatado como Novagalicia, hizo una fuerte reestructuración, como exigían en Europa. Si se quiere cambiar esa hoja de ruta y eliminar limitaciones, el comprador tendría que negociar con la UE.