Las previsiones que apuntan a una mejora económica animan a empresas, fondos o entidades como Banesco a dar el salto a Europa
26 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.En junio del 2002, la entonces Caixa Galicia cruzó el charco y puso una pequeña pica en México. Lo hizo de la mano del gallego Olegario Vázquez Raña, con el que constituyó una sociedad al 50 % para hacerse con el 3 % del grupo financiero Bital por 21 millones de euros. Justo dos meses después de formalizar la operación, el británico HSBC compró sus acciones como parte de su estrategia para quedarse con el total de la entidad azteca. La caja gallega y su aliado obtuvieron unas plusvalías de 7 millones de euros. Once años más tarde la fuerza de los flujos que pasan por el Atlántico sopla desde el oeste. Entidades financieras y empresas del continente americano no dudan en venir de rebajas a España atraídas por las noticias de recuperación económica a medio y largo plazo. Y también, por qué no, aprovechan las oportunidades que les brinda Galicia.
Lo mismo están haciendo otras compañías o fondos procedentes de puntos tan dispares como Estados Unidos, China u Oriente Medio. Y es que los países del sur de Europa están convirtiéndose en un gran outlet para los Estados con economías emergentes que quieren expandirse por el Viejo Continente. «El inversor de carácter financiero observa que el país va a estar muy bien en unos cuatro o cinco años. Ahora ya nadie piensa que España vaya a quebrar», dice el presidente de la Escuela de Finanzas, Venancio Salcines.
Banesco y NCG
El último ejemplo de lo que está ocurriendo en España se produjo el miércoles de la semana pasada. La erigida en joya de la corona de las finanzas públicas gallegas, convertida ya en Novagalicia Banco, fue adquirida por el venezolano Banesco. Esta es la segunda vez que el grupo caribeño viene de compras a Galicia. La primera fue hace un año, cuando se hizo con el 60 % del banco Etcheverría (un 47 % lo compró a la propia NCG y el resto a la familia fundadora de la entidad betanceira). Tras varias ampliaciones de capital, ahora posee un 80 % del banco, en el que ha invertido unos 90 millones de euros.
Pero en el 2011, antes de que los venezolanos mostraran interés por NCG, el entonces responsable del banco surgido de las cajas gallegas, José María Castellano, puso rumbo al continente americano para buscar pretendientes con la suficiente dote como para invertir en la entidad. Y allí se reunió, entre otros, con la familia Vázquez Raña, el grupo Salinas o Emilio Azcárraga.
Doble salto
El capital mexicano no ha entrado en NCG, pero lo ha hecho en el Banco Popular, entidad que hace dos años absorbió el Banco Pastor por 1.400 millones de euros. La operación se hizo pública la semana pasada y tiene una doble lectura. Con ella, el Popular da el salto a México después de formalizar con la familia Del Valle, la séptima fortuna de ese Estado, un acuerdo que abre por España la puerta de Europa al grupo azteca. ¿Cómo será? El Banco Popular comprará el 24,9 % del grupo BX+, de la familia Del Valle, por 97 millones de euros. Dicha cantidad la conseguirá después de realizar una ampliación de capital por valor de 450 millones de euros que será aportados por los Del Valle y otros partícipes de BX+, a cambio del 6 % de la española.
Esa no es la única puerta de entrada de inversores mexicanos en Galicia. La petrolera estatal Pemex abrió la cartera el mes pasado para sacar 5,1 millones de euros, lo que le permitió entrar en el 51 % del astillero Barreras. Además, ha encargado en Galicia buques que requieren un mayor desarrollo tecnológico por valor de unos 300 millones de euros. Lo que no hará son buques menores porque, como explicó uno de sus responsables, «la operación no está enfocada a rescatar el sector naval español, ni a ayudar a salir de la crisis al país, es para hacer más rentable la cadena productiva de Pemex».
Más nombres
Barreras no es la primera rama a la que se agarra para desembarcar en España. Antes fue a la de Repsol, en donde puso en el 2011 sobre la mesa mil millones de euros para hacerse con un 5 % adicional de la española.
Pero la lista de la compra aún tiene más nombres. En la provincia de Lugo, IPV -empresa dedicada a la construcción de vehículos para industria- fue adquirida en primavera por el venezolano Interfama Automoción, que pagó 350.000 euros.
Además, el grupo peruano Distribuciones Martín ha comprado la planta de Tablicia en Nadela por 2,5 millones de euros, una operación que tal y como informa Dolores Cela, pretenden escriturar en enero.
De La Caixa a Campofrío
El pasado verano el fondo estatal Fibra Uno, como publicó el diario Expansión, adquirió al fondo británico Moo Park, por 300 millones de euros, 278 oficinas que tiene arrendadas el Banco Sabadell, entidad a la que el FROB adjudicó el Banco Gallego por un euro en abril.
No es el único que ha comprado sucursales en los últimos tiempos. Carlos Slim, invitado habitual de los Vázquez Raña en las fiestas patronales de agosto en Avión, adquirió 439 locales de La Caixa en el 2012 por 400 millones de euros. Además, el azteca ADO ha comprado no hace mucho Avanza, el principal operador de transporte urbano del país. Por no hablar del grupo Altex que se ha hecho con un pequeño porcentaje de Farggi. O los mexicanos de Sigma, que, presentes ya en Campofrío con un 35 %, han lanzado una opa junto con los chinos de Shuanghui, que tenían un 37 %, para hacerse con el control de la empresa agroalimentaria.
Estas son solo algunos de los desembarcos llevados a cabo en España y probablemente estén ahora gestándose otros muchos. Algunos periódicos han apuntado que Slim podría entrar en Gas Natural.
90
Millones de euros Es lo que lleva invertido Banesco en el Etcheverría.
450
Millones de euros
Desembolso que realizará BX+ en el Banco Popular.
5,1 ?
Millones de euros
Lo que pagó Pemex por la mitad del astillero Barreras.
Una empresa de Perú se queda con la lucense Tablicia por 2,5 millones
Pemex abrió la cartera en noviembre y compró el 51 %
de Barreras