UGT califica de «abusivos» los servicios mínimos del 90 % y aboga por llegar a un acuerdo el jueves que evite los paros
15 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.«Ata o xoves, podemos estar todos tranquilos. Despois, xa se verá», afirmaba ayer Juan Manuel Carreira, de UGT Galicia, único sindicato que apoya la convocatoria de paros de los trabajadores de seguridad a partir del próximo domingo en los aeropuertos de Alvedro (A Coruña) y Rosalía de Castro (Santiago). El resto de sindicatos se han desmarcado de esta convocatoria, el último, la CIG, que cargó ayer con dureza contra la organización por «non contar coas demais forzas sindicais e tomar a decisión de costas aos traballadores».
Pese a ello, se mantiene la huelga, que sigue la senda de lo ocurrido en El Prat, en Barcelona. Los paros, con todo, está a la espera de las negociaciones que comenzarán el jueves con las empresas. En principio, a partir del domingo los aeródromos coruñés y compostelano tendrán, a distintas horas del día, hasta ocho trabajadores menos en sus puestos de seguridad. Esto se debe a que los servicios mínimos rondarán el 90 %, igual que en los paros de El Prat. «É unha cifra abusiva. Que só un de cada dez empregados poda ausentarse do seu posto non me parece propio dunha folga», afirma Carreira. De hecho, la vicesecretaria de UGT, Cristina Antoñanzas, avanzó ayer a la Ser que llevará a la Audiencia Nacional el despliegue de la Guardia Civil en la huelga, una medida calificada de desproporcionada, afirmando que «el gobierno está conculcando el derecho a la huelga».
En A Coruña solo tres de los 36 empleados que tiene en plantilla la empresa Eulen podrán hacer huelga durante dos turnos de mañana y otros dos de tarde. En Lavacolla serán cinco de las 51 que trabajan para Prosegur. Esto supondría una mínima incidencia durante los paros, aunque desde UGT Galicia esperan poder llegar antes del domingo a «un acordo que beneficie a todos» y, así, poder evitar la huelga.
El jueves se celebrarán las reuniones de la mesa de negociaciones entre los comités de huelga y las empresas que gestionan la seguridad aeroportuaria en A Coruña y Santiago, Eulen y Prosegur, respectivamente. Las reivindicaciones, con pequeños matices, son similares a las de El Prat. Los trabajadores afirman que también tienen derecho al complemento de 350 euros, algo que Eulen ya ha asegurado que no pueden asumir. En Alvedro, además, se pide que los cursos de formación no coincidan en jornada laboral, para no «cargar aos traballadores co dobre de horas de traballo». En Santiago, además del aparcamiento gratuito, también se pide que las dos horas de refuerzo de personal se paguen como seis.
Convocatoria urgente del Consejo de Ministros ante la crisis de El Prat
El responsable de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció ayer que el presidente del Gobierno ha convocado ya un Consejo de Ministros extraordinario para mañana miércoles por la tarde para llevar a cabo un arbitraje que ponga fin a la situación en El Prat entre los trabajadores de la empresa de seguridad, Eulen, y Aena. Íñigo de la Serna afirmó que la presencia de la Guardia Civil permitió «recobrar la normalidad» en el aeropuerto de Barcelona.
Durante este lunes, primer día de huelga indefinida -con un servicio mínimo del 90 %-, el aeropuerto de El Prat amaneció con unas colas de 38 minutos en los controles de seguridad hacia las cuatro de la madrugada. Una espera que se fue reduciendo con el paso del tiempo, hasta llegar a la normalidad a las siete de la mañana, con una presencia de los refuerzos de la Guardia Civil que solo se hicieron notar a primeras horas en los arcos de seguridad de paso.
El resto del día continuó sin incidencias. La espera rondaba los 20 minutos como máximo, una demora habitual durante el mes de agosto, según fuentes del aeropuerto. Hasta hubo momentos donde la cola no superaba los 10 minutos.