Los concesionarios gallegos tienen 6.000 coches matriculados sin vender

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MIGUEL VILLAR

Casi la cuarta parte de las ventas de octubre son «autoventas» hechas el día 31

03 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las ventas de coches van muy bien en Galicia. El balance del mercado del automóvil en el mes de octubre arroja un incremento en el número de operaciones de un 7,8 %, lo que supone uno de los mejores registros del año, con un total de 3.597 unidades matriculadas. No está nada mal, teniendo en cuenta que no existen ayudas públicas ni bonificaciones a la compra de vehículos. Atendiendo al número de días hábiles de octubre, el resultado es una media de 128 matriculaciones diarias.

Sin embargo, el balance oficial de Tráfico revela que casi la cuarta parte de esas ventas realizadas en el último mes por los concesionarios gallegos se registraron el día 31 de octubre, jornada en la que hubo 650 matriculaciones.

¿Esto qué quiere decir? Pues, explicado de un modo sencillo, lo que ocurre es que las cifras de ventas de automóviles no son reales, sino que están infladas por operaciones de automatriculación realizadas por los propios concesionarios.

Es una práctica habitual de los vendedores de coches para poder cumplir los objetivos comerciales fijados por las marcas. Pero en los últimos meses, según reconoce Faconauto, la patronal del sector, los volúmenes de automatriculaciones se están disparando. 

Ventas infladas

En el caso de Galicia, y según fuentes de la red comercial, alrededor del 17 % de los 34.000 vehículos que se han vendido en la comunidad en lo que va de año han sido matriculados por los concesionarios. Esto se traduce en un estocaje de 6.000 unidades que aún esperan comprador, aunque oficialmente consten en los registros como vendidos.

«Este año las automatriculaciones son más elevadas que en años anteriores porque nos está costando más llegar a los objetivos de ventas», reconocen desde la red comercial gallega, desde donde aseguran que los vehículos, tarde o temprano, se acaban despachando.

«Al estar ya matriculados, se ponen a la venta un 10 % más baratos, incluso algo más. Son los denominados kilómetro cero que tanto abundan últimamente», explican las mismas fuentes.

Pese a los descuentos, los comercializadores aseguran que para ellos sigue siendo rentable esta práctica. «Es cierto que vendemos casi a precio, pero ganamos en volumen de unidades vendidas y nos permite alcanzar los rápeles marcados», aclaran desde los concesionarios. 

Flotas y empresas de alquiler

Pero esta práctica no es exclusiva de Galicia. En octubre se han vendido 94.676 turismos en toda España, un 13,7 % más que en el mismo mes del año anterior. Y, de ese volumen, entre un 15 y un 16 % de las unidades que figuran oficialmente como vendidas son automatriculaciones, un porcentaje muy similar al que se da en la comunidad.

Además de estas autoventas, en el incremento de la demanda registrada en octubre pesan otros factores, como el tirón de las empresas, que durante los primeros diez meses del año aumentaron sus compras a un ritmo del 14,3 %. También suben por encima de la media las ventas a empresas de alquiler, que han matriculado un 8,9 % más de coches durante este año. En cambio, en el canal de particulares el incremento es más moderado y se queda en el 3,1 %.

Por lo que respecta a las marcas, la más vendida, tanto en octubre como en lo que va del 2017, es Renault, seguida de Seat, cuya demanda evoluciona favorablemente al margen del conflicto catalán, y de Volkswagen.

En Galicia los modelos de coche más demandados hasta octubre son, por este orden, el Seat León, el Dacia Sandero y el Renault Megane.

El mercado castiga al diésel, mientras crece la demanda de híbridos y eléctricos

El declive de la motorización diésel, que recorre desde hace algún tiempo toda Europa, también se nota en Galicia, con unas ventas que decrecen mes a mes, aunque sigue siendo la opción mayoritaria en el mercado doméstico.

Pero si en el 2015 los coches con este combustible representaron el 76 % de las ventas en la comunidad, en estos momento, al cierre de octubre, la proporción es de un 45 % (frente a un 47,7 % de los de gasolina), según Anfac, la patronal española de los fabricantes de vehículos.

Desde esta asociación destacan otro factor disuasorio no menos importante: «Hay una mala imagen que ha adquirido la tecnología diésel, principalmente por el escándalo de Volkswagen, pero también por la persecución que sufren este tipo de motores en grandes ciudades, como Madrid, Barcelona y otras capitales europeas, que están poniendo coto a la circulación de coches diésel», afirma un portavoz de la patronal.

Detrás hay motivos medioambientales, pero también económicos. «Comprarse un coche de gasolina sigue siendo más barato, y el factor del precio del carburante, que siempre ha jugado a favor del diésel, cada vez es menos importante, porque la diferencia entre ambos combustibles se va reduciendo», aseguran desde la red comercial.

A ello hay que sumar la pérdida de incentivos a la compra en el nuevo plan PIVE que ultima el Gobierno para su entrada en vigor antes de que termine el año.

La estrategia, en sintonía con las políticas europeas que se están aplicando para la renovación del parque de vehículos, pasa ahora por concentrar las bonificaciones en las operaciones de compra de vehículos que usen energías alternativas, fundamentalmente híbridos eléctricos o de gas, mientras que los motores de combustión, tanto de gasolina como de gasoil, se quedan fuera.