La cogeneración recupera fuelle tras ver cómo cerraban el 30 % de las plantas
ECONOMÍA
Galicia es tercera en una tecnología que aportó al sistema el 8,4 % de la electricidad
05 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Esas minicentrales eléctricas que poseen decenas de grandes industrias para generar su propia energía se convirtieron el año pasado en las quintas que más electricidad aportaron al sistema nacional, por delante hasta de las centrales hidráulicas. La tecnología de cogeneración -que en su mayor parte utiliza gas natural- cubrió el 8,4 % de la demanda. No parece tanto, pero lo es si se compara con lo que aportó el año anterior: un escaso 1,4 %.
Las plantas están reviviendo y esto es importante para Galicia, porque es la tercera comunidad de España más productora, con unas sesenta instalaciones, por detrás de Cataluña y de Andalucía. La utilizan aquí compañías como Repsol -con una refinería en A Coruña-, Vertex -con una planta de bioetanol en Curtis que antes era de Abengoa-, Finsa, Forestal del Atlántico, Ence y las conserveras Jealsa y Frinsa, entre otras.
La cogeneración les proporciona la electricidad que precisan para llevar a cabo sus costosos procesos productivos -les ahorra entre un 20 y un 30 % de gasto en energía-, y la que no necesitan la venden al sistema.
La industria se recupera
Aparte de que hablen los datos de aportación al sistema, también corrobora este despegue Javier Rodríguez, director general de Acogen, la patronal del sector a nivel nacional. Explica que este crecimiento es un síntoma de la recuperación de la producción industrial. Se tira más de las plantas porque las empresas necesitan producir más, resume.
La previsión para este año es que esta tecnología consolide su aportación al sistema eléctrico nacional. De hecho, en enero pasado fue la cuarta tecnología al proporcionar el 11 % de la energía consumida. Sin embargo, tal y como avanza Rodríguez, el escenario a corto y medio plazo es incierto para muchas de estas instalaciones. Porque está a punto de expirar su vida útil (25 años) y con la regulación actual en la mano tendrían que cerrar. Por tanto, muchas industrias se quedarán sin uno de los elementos fundamentales que afianzan su competitividad, destaca el responsable de Acogen.
Plantas que van a expirar ya
Rodríguez desvela que en España hay ya 300 megavatios de cogeneración instalados en medio centenar de industrias -algunas de ellas, en Galicia- que en los dos próximos años llegarán al final de su vida.
Las grandes empresas -y también otras más modestas- se lanzaron al mundo cogenerador a partir de los años noventa del siglo XX. Lo hicieron al abrigo de los incentivos que instauró el Gobierno central de turno para impulsar el desarrollo de otras energías menos contaminantes. La época de esplendor se extendió hasta los 2000. De ahí que «la mayor parte de las plantas tengan ya más de 15 años», subraya Rodríguez.
Otras víctimas de Soria
Pero tras el orto llegó el ocaso, con la reforma energética del 2012, «que fue muy muy dura» con los recortes en la retribución y que, junto con la crisis económica, provocó el cierre del 30 % de las plantas del país, «muchas de ellas porque la industria a la que abastecían dejó de funcionar».
Rodríguez destaca que ahora están «saliendo de esa situación y se están recuperando los niveles previos a la crisis, pero las instalaciones que cerraron no han vuelto a arrancar, aunque las que sobrevivieron están produciendo más», resume.
Acogen pelea ahora para que el Gobierno cambie la regulación de modo que permita prolongar la vida útil de las plantas que están a punto de caducar. Rodríguez avanza que su objetivo es que sigan funcionando más allá del 2030. «A partir de ahí, las empresas podrán invertir en nueva maquinaria, más eficiente, y también podremos hablar de construir plantas nuevas, pero, de momento, no, porque sin seguridad nadie invierte», destaca el responsable de Acogen.
Si los empresarios saben ahora que podrán prolongar el funcionamiento de estas plantas, invertirán en ellas, si no, no: «Ese nuevo marco regulatorio debería llegar en este primer semestre del 2018 para que las industrias puedan tomar decisiones y realizar inversiones antes del final de su vida útil».