El grupo gallego Invertaresa solicita concurso para sus fábricas españolas

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PACO RODRÍGUEZ

Está ahogado por unas deudas acumuladas que rondan los 100 millones de euros

03 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las deudas ahogan al grupo gallego Invertaresa, con sede en A Coruña y especializado en la fabricación y en el suministro de equipos para el sector eléctrico. Tanto que su presidente, el empresario Roberto Díaz Rincón, presentó el viernes pasado en un juzgado de la ciudad herculina la solicitud de concurso voluntario de acreedores para tres de sus sociedades. Detrás de ellas están las tres fábricas que posee en España, dos en Galicia (en A Coruña y en Carballo) y una en Medina del Campo (Valladolid). La plantilla afectada supera los 300 trabajadores (en toda España tenía 450 en el 2016), aunque fuentes de Invertaresa precisaron que, de momento, no se verán afectados por este procedimiento concursal: «Las plantas van a seguir operando igual porque no se trata de un expediente de regulación de empleo».

Las compañías afectadas por el concurso son Isowat, bajo la que operan las plantas de A Coruña y Medina del Campo; Aprihorsa, la de Carballo; y Taresa Norte, también con sede en A Coruña. Según datos recabados en el Registro Mercantil, las tres acumulan unas deudas que rondan los 100 millones de euros. La que más, Isowat, con 64,5 (solo en el 2016 acumuló 12 millones en pérdidas, pero también 52 en ventas). Le sigue Taresa, con 18 millones de deuda; y Aplihorsa, con 4,1.

Si el juez acepta la solicitud de concurso, nombrará un administrador concursal. Él será el encargado de tomar el timón de las empresas, al menos de sus cuentas, de identificar a los acreedores (hay varios bancos) y de elaborar un plan de pagos de las deudas. Al finalizar este camino del saneamiento financiero, las tres compañías se enfrentarán al dilema de la liquidación o de la supervivencia.

El grupo no detalló cómo ha llegado a esta crisis económica y a acumular tantos millones de euros en impagos. Los problemas financieros del grupo salen a la luz en pleno nuevo bum de las energías renovables en toda España. De hecho, la propia compañía, a través de la sociedad Inverólica, es promotora de uno de los parques eólicos que se construirán en Galicia en los próximos años, el Monte de Abella, en Lugo, un proyecto que llevaba años en el cajón.

Fuentes de la compañía subrayaron que la solicitud de concurso busca «ofrecer las máximas garantías de viabilidad para las compañías». Añadieron que «se inicia así una nueva fase de reestructuración de las sociedades, dentro del marco legal de máxima garantía y transparencia, que tiene como principal propósito el de encontrar una salida que permite la continuidad de las empresas y la mejor salida para los intereses de todos los afectados, con la pretensión de mantener el mayor número de puestos de trabajo y asegurar el futuro de los trabajadores».

Invertaresa informó a los comités de empresa de la presentación del concurso el mismo viernes.

De la amenaza de cierre a la busca de comprador para Valladolid

La situación más delicada, al menos públicamente, afectaba a la planta de Medina del Campo. Pero la crisis se fraguaba también en el resto de las fábricas españolas. El grupo gallego amenazó a mediados de febrero con un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción para los 106 operarios de Valladolid que hizo saltar las alarmas en la Junta de Castilla y León. Tras la intervención del Gobierno autonómico, Invertaresa se guardó los despidos y aceptó buscar alternativas, entre ellas, la búsqueda de un inversor para la planta o directamente de un comprador. De momento, no ha aparecido nadie.

La planta de Medina del Campo está dedicada a torres eléctricas. Invertaresa la adquirió en el 2007 a Isolux, que siguió realizando pedidos. Hasta que quebró a mediados del 2017. Esta baja y el descenso de encargos por parte de otros clientes principales, como Red Eléctrica de España, complicó la situación de la fábrica vallisoletana.

La plantilla lleva tres meses sin cobrar y esperaba como «agua de mayo» la presentación del concurso de acreedores, según declaró hace unos días el secretario del comité de empresa de Isowat, Helder Ferrinho, al periódico El Norte de Castilla.