Los inversores pierden el apetito por la automoción y el textil gallegos

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

M.MORALEJO

El capital prefiere moverse hacia las empresas de alimentación y las TIC

12 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Pocas oportunidades y demasiados obstáculos. Es lo que se encuentran los inversores al escanear el mapa empresarial gallego en busca de negocios suculentos. Las compañías son muy pequeñas, falta entendimiento con sus propietarios y los sectores que funcionan como motores tractores de la economía (automoción y textil) han dejado de despertar entusiasmo.

Eso revela el estudio hecho por la consultora BDO, tras interrogar a firmas de capital riesgo. Están más interesadas en sectores resistentes a prueba de pandemias, como la alimentación (90 %), o muy innovadores y con gran potencial de futuro, como las TIC (60 %), que viven su edad dorada. El deporte, la salud y la pesca son otras tres actividades donde estarían dispuestos a invertir los cuartos en el 2021, al contrario del naval y la construcción, que se sitúan a la cola.

Hay apetito inversor, pero también señales de alarma que podrían hacer huir al capital. Aunque el tejido productivo gallego ha aguantado mejor el envite de la pandemia gracias a su diversificación y fuerte industria auxiliar, también arrastra problemas de dependencia sectorial. Y eso se nota al pasar revista a sus empresas. De las 197.813 registradas, solo 169 son grandes compañías con más de 250 trabajadores a cargo. Y aunque a menudo se aplaude el carácter exportador de la economía gallega -supone una ventaja competitiva-, lo cierto es que solo el 3,5 % de las compañías venden fuera y un 1 % de forma regular. PSA e Inditex concentran la mayor parte del volumen. Y precisamente el gigante del textil se mueve en un sector cuyas exportaciones se desplomaron un 30 % en los primeros nueve meses del 2020.

Aunque los problemas asociados a la situación periférica de Galicia han perdido peso en las decisiones de inversión, empiezan a cobrar más relevancia los problemas de ineficiencia empresarial que arrastra la comunidad y la incapacidad de la región para retener el talento, fuente de dinamismo económico. Según estimaciones del Foro Económico de Galicia recogidas por BDO, se dejan de crear 315 firmas gallegas al año por la emigración de los jóvenes.

Más oportunidades

Los expertos de la consultora creen que «las oportunidades de inversión crecerán a medio plazo porque se incrementarán las necesidades de financiación» de las compañías cuando empiecen a expirar los plazos de devolución de los préstamos del ICO. El 10 % de las empresas gallegas aseguran que necesitarán que el organismo les siga bombeando dinero en el 2021. ¿Por qué? Aunque son optimistas de cara a la recuperación del consumo, el 43 % consideran que el impacto de la pandemia ha sido grave y que sus efectos durarán hasta el 2023. El 37,3 % amplían ese plazo más allá de los dos años. A esto se suma que siete de cada 10 ni siquiera disponen de información sobre las ayudas europeas para la recuperación y que el 47 % ha sobrevivido sin recurrir a préstamos o los ERTE.

La pandemia reducirá el abanico de oferta para los inversores. El empresariado cree que los gigantes fagocitarán el mercado aprovechando las concentraciones y la muerte de firmas más pequeñas.