Se trata de mantener ese esquema de protección para empresas en crisis
21 ene 2021 . Actualizado a las 20:52 h.Dentro del paquete de 17 puntos que abordará en la futura reforma laboral, el Gobierno ha planteado a las autoridades comunitarias la creación de un fondo tripartito —con aportaciones de la propia Administración y también de empresas y de trabajadores— para financiar prestaciones por desempleo y sufragar exenciones en las cuotas de la Seguridad Social en el marco de un modelo permanente de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
Como ya habían avanzado en muchas ocasiones los ministros del área económica, desde la vicepresidenta Calviño a los titulares de Trabajo y Seguridad Social, la intención del Ejecutivo es regular un modelo estable de ERTE al que, una vez superada la pandemia, puedan acogerse las empresas en crisis.
El objetivo es mantener este esquema de protección del empleo con un nuevo modelo que sirva como «instrumento de flexibilidad alternativo al ajuste del empleo», es decir a los despidos, cuando las compañías atraviesan dificultades.
Este nuevo modelo llevaría asociado un fondo tripartito con el que se financiarían las prestaciones por desempleo a los trabajadores para compensar, por ejemplo, reducciones de jornada y salario; y también las rebajas en las cotizaciones a la Seguridad Social de las que podrían disfrutar las empresas.
Si en la actualidad el Estado está asumiendo todo el coste que suponen los ERTE (unos mil millones mensuales, según la última estimación del ministro Escrivá), con la propuesta de ese fondo tripartito el Gobierno estaría abriendo la puerta a la creación de un nuevo tramo de cotización de empresas y trabajadores (al igual que ahora se aporta para el desempleo ordinario, la formación profesional o el Fondo de Garantía Salarial) para sufragar este gasto, que se convertiría en estructural.