Las jubilaciones del «baby boom» disparan las pensiones a 6,4 millones por primera vez

El ritmo de acceso a la pensión de jubilación se acelera a medida que pasan los meses por el retiro de quienes nacieron entre finales de los años 50 y principios de la década de los 60. Son la generación del baby boom, un colectivo que está a las puertas del retiro y cuyo ritmo de acceso a la jubilación ha llevado ya a la Seguridad Social a tener más de 6,4 millones de prestaciones que abonar todos los meses.

Nunca antes en la historia de España hubo tantos jubilados ni con pensiones tan elevadas como las que ha publicado este martes el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. Por primera vez se ha superado esa barrera para alcanzar las 6.401.291 pensiones de jubilación. Junto a ellas se encuentran los 2,3 millones de prestaciones por viudedad, más de 944.000 por incapacidad y unas 341.000 de orfandad. En total, el sistema atiende ya el abono de 10.085.672 pensiones de todo tipo.

Solo en el último mes han accedido a la jubilación algo más de 13.000 afiliados a la Seguridad Social. Se trata de un 2,05 % más de los españoles que se retiraron en el mismo período del año pasado. Ese porcentaje no es baladí porque representa cómo se está acelerando la petición de incorporaciones a la pensión de forma exponencial a medida que transcurre el año. A finales de agosto, el ritmo de solicitudes de pensión superaba por primera vez en la historia el 2 % interanual, frente al margen de entre el 1 % y el 1,9 % en el que se movía en los últimos años. Este último mes, con datos de octubre, el crecimiento del número de pensiones en vigor ya se consolida por encima de esa barrera.

La mayor tensión, en una década

Las previsiones del ministerio anticipan una avalancha de jubilaciones, que ya ha comenzado, aunque aún no ha alcanzado su cénit. Será en una década cuando las cuentas de la Seguridad Social estén más tensionadas. De hecho, el Gobierno proyecta que el gasto neto en pensiones se situará de media en el 14,2 % del PIB entre el 2022 y el 2050, pero rebaja ese desembolso a una media del 12,4 % una vez incorporados los ingresos que generarán las medidas puestas en marcha en la reforma, como la subida de las cotizaciones máximas, el nuevo impuesto de solidaridad, el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), así como los incentivos para retrasar la edad real de jubilación o las penalizaciones para el retiro anticipado.

Los baby boomers —un término que se acuñó en Estados Unidos— son las personas nacidas tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se registró una explosión demográfica. En España se retrasó más de una década respecto al resto de países y este aluvión de nacimientos no se dio hasta finales de los años 50 y principios de los 70. Solo entre 1958 y 1977 nacieron casi 14 millones de niños, más del doble que en los veinte años anteriores y 4,5 millones más que en los veinte años siguientes.

Con esta incorporación de pensiones, el gasto ha superado otra cifra récord, la de 12.075 millones de euros, destinado al pago de la nómina ordinaria mensual de pensiones contributivas, un 10,9 % más que en el mismo mes del año pasado.

La nómina mensual ordinaria rebasó por primera vez en julio los 12.000 millones y este mes vuelve a marcar otro máximo, ya que, en aplicación de la reforma de pensiones, éstas han subido para el 2023 un 8,5 % como resultado de la inflación media del período de diciembre del 2021 a noviembre del 2022, así como por la mayor incorporación de pensionistas.

Por otra parte, el importe de la nueva pensión media de jubilación alcanza los 1.571 euros al mes, lo que supone un 2,76 % más que un año antes. Con el retiro de los baby boomers, el sistema absorbe mayores prestaciones, ya que son trabajadores con carreras más largas y estables.

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