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Lorenzo Amor, camino del cuarto de siglo con el objetivo de dignificar la figura del emprendedor

Ana Balseiro
Ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Eduardo Parra | EUROPAPRESS

Ha sido reelegido nuevamente como presidente de la federación de autónomos ATA

03 mar 2025 . Actualizado a las 19:31 h.

Lorenzo Amor (Córdoba, 1965) revalidó este lunes nuevamente la presidencia de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), al frente de la que está desde el 2004. El nuevo mandato le llevará hasta el 2030, con lo que rebasará el cuarto de siglo al frente de la principal organización del colectivo en España.

Amor, cuya candidatura era la única presentada al congreso, fue elegido presidente por 406 votos a favor de los 428 emitidos. De los 500 compromisarios censados, 72 optaron por no votar, 9 lo hicieron en blanco y 13 fueron nulos.

Tras su reelección, sus primeras palabras abundaban en el objetivo que hoy mismo subrayaba en una entrevista en La Voz: seguir trabajando por dignificar la figura del emprendedor y que no siga siendo un «ciudadano de segunda», con menos derechos y protección que los trabajadores por cuenta ajena.

«Queda mucho por hacer, mucho por dialogar, mucho por escuchar, mucho por entender y mucho por eliminar. Pero para eso estamos aquí, para eso está ATA, para eso está esta junta directiva que vosotros habéis elegido. Coloquemos la A de Autónomos en el centro de la E de España», dijo al auditorio, mostrando su confianza en «no defraudarlos».

«Muy bueno» con los números

Agente comercial en su vida profesional, este andaluz, padre de tres hijas y con dos nietas, tiene como referente a su padre. Enormemente accesible y con un gran sentido del humor, llegó a la presidencia de ATA en el 2004.

Tras años de viajes continuos, en el último mandato optó por trasladarse con su familia a Madrid, «porque antes vivía en un hotel», recuerdan quienes lo conocen, que lo califican de «incansable» y destacan que es «muy bueno en matemáticas», pese a no haber ido a la universidad.

En el 2020, la federación que preside se integró en la CEOE, organización de la que Amor es ahora vicepresidente.

Otro de los rasgos que mejor lo definen es el de una espontaneidad que le ha llevado en ocasiones a meterse en algún «charco», como cuando hace unas semanas hizo referencia a la indumentaria de la vicepresidenta Yolanda Díaz —vestida con un sastre blanco— como indicador de la importancia que para ella tenía el día (la aprobación en el Consejo de Ministros de la reducción de la jornada laboral), lo que le valió una lluvia de críticas en las redes sociales.

Amor no evita tampoco bajar al barro en las negociaciones del diálogo social, defendiendo los intereses de los autónomos, y a ello volvió ayer a comprometerse. «Escuchar, entender y eliminar», apostando por el diálogo y el consenso desde la «lealtad institucional», pero sin renunciar a la «independencia» ni al carácter reivindicativo. Y este lunes recogió el guante de Díaz sobre la mejora del cese de actividad —competencia de Seguridad Social— y añadió la necesidad de un subsidio para autónomos mayores de 52. Arranca su agenda de trabajo del lustro.