Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

El alquiler ha subido una media del casi el 28 % en Galicia en los últimos cinco años

La Voz A CORUÑA

ECONOMÍA

Imagen de archivo de un joven echando un vistazo en una inmobiliaria
Imagen de archivo de un joven echando un vistazo en una inmobiliaria PACO RODRÍGUEZ

A pesar de que la demanda se ha disparado, la oferta de viviendas en alquiler se ha reducido en más de un 11 % en el último año

20 mar 2025 . Actualizado a las 20:10 h.

Galicia enfrenta una crisis en el mercado del alquiler con una oferta cada vez más reducida y una creciente presión de la demanda, especialmente en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Con un 28,8 % de viviendas vacías, la comunidad autónoma lidera el ránking nacional de inmuebles desocupados, lo que contrasta con el aumento de la demanda y las dificultades de acceso a una vivienda en régimen de alquiler.

La situación es especialmente preocupante en las provincias de Ourense y Lugo, donde el porcentaje de viviendas vacías alcanza el 43,7 % y el 37,3 %, respectivamente. Estas cifras reflejan una tendencia de despoblación y falta de incentivos para que los propietarios pongan sus inmuebles en el mercado del alquiler. En contraste, A Coruña y Pontevedra presentan una menor proporción de viviendas vacías, pero su presión de demanda es mucho mayor debido a su mayor concentración de población y actividad económica.

Pontevedra, la más cara

El precio medio del alquiler en Galicia ha crecido en los últimos cinco años un 27,7 %, situándose en 732 euros mensuales, con Pontevedra como la provincia más cara (806 euros), seguida de A Coruña (741 euros). En consecuencia, los inquilinos gallegos destinan en promedio el 31,6 % de sus ingresos al pago del alquiler, superando el límite recomendado del 30 %.

A pesar de que la demanda se ha disparado, la oferta de viviendas en alquiler se ha reducido en más de un 11 % en el último año, lo que ha provocado un desequilibrio preocupante. Factores como el miedo a la morosidad, la necesidad de reformas en muchos inmuebles y la incertidumbre legislativa han llevado a los propietarios a optar por mantener sus viviendas vacías en lugar de ponerlas en alquiler.

En respuesta a esta situación, Alquiler Seguro pone sobre la mesa un plan para movilizar 5.000 viviendas en Galicia. La iniciativa se basa en cinco ejes de actuación: garantizar el cobro mensual al propietario, incluso si el inquilino deja de pagar; adelantar hasta cinco años de alquiler para facilitar reformas y adecuación de los inmuebles; ofrecer gestión integral con asistencia 24 horas los siete días de la semana tanto para arrendadores como para inquilinos; proporcionar seguridad jurídica con un análisis riguroso de solvencia para evitar impagos y daños y comercializar rápidamente los inmuebles para optimizar su arrendamiento.

El debate sobre la declaración de zonas tensionadas también ha cobrado protagonismo. Mientras algunos municipios, como A Coruña, estudian esta medida para regular los precios (a la espera de que la Xunta se pronuncie), otros alertan de su posible efecto disuasorio en la oferta, como ha sucedido en otras comunidades. La incertidumbre sobre las futuras políticas de vivienda, sostienen, podría agravar la situación en un mercado ya tensionado.

Las constructoras necesitan 700.000 trabajadores

El sector de la construcción vive momentos difíciles ante la alta demanda de viviendas e infraestructuras y la escasez de mano de obra para llevarlas a cabo. Las constructoras apremian por ello al Gobierno a regularizar inmigrantes a través de cursos de formación «reglados, cortos y acumulables» y con una nueva normativa de extranjería «digna» para cubrir el déficit de 700.000 trabajadores que tiene el sector, según los cálculos de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC),

La construcción emplea actualmente a 275.000 extranjeros, el 20% del total de los afiliados del sector, donde el 70% de ellos proviene de países de fuera de la UE.

Según los cálculos de la CNC, es necesario levantar 220.000 casas nuevas al año durante los próximos cincos para «comenzaría a aliviar» el «gran problema» de España. Este ritmo cogería «velocidad de crucero» de 150.000 viviendas anuales en el próximo lustro.